La inversión pública crece un 25% en Burgos hasta julio

La inversión de las administraciones públicas se incrementó un 25,7% en la provincia de Burgos durante los primeros siete meses del año, de acuerdo a los datos de la Cámara de Contratistas de Castilla y León a la que ha tenido acceso Ical.

En total, entre enero y julio de este año se licitaron en Burgos 241 proyectos por valor de 361,6 millones de euros, lo que sitúa a Burgos como la provincia donde mayor inversión pública se realizó en toda la comunidad autónoma, por delante de territorios como León (257 proyectos por valor de 330,1 millones) o Valladolid (150 licitaciones por valor de 264,4 millones).

En el conjunto de la comunidad autónoma se licitaron 1.206 proyectos por valor de 1.636,7 millones de euros, un 13,9% más que en el mismo periodo del año anterior. En este capítulo se incluyen también un total de 21 licitaciones por valor de 96,2 millones que afectan a varias provincias.

A este respecto, cabe destacar también que, más allá de los montantes globales, la inversión pública se incrementó en seis provincias, con Valladolid a la cabeza (un 94,7% más), mientras que retrocedió en otras tres (Zamora, Palencia y Soria).

Eso sí, no todos los proyectos licitados despertaron el interés de las empresas. En Burgos, fueron 10 las licitaciones que quedaron desiertas al no recibir ninguna oferta, dejando en el limbo inversiones por valor de 1,1 millón de euros.

En el conjunto de la comunidad, fueron 88 las licitaciones que quedaron desiertas entre enero y junio, con un valor inicial de 26,5 millones de euros.

Por administraciones, destaca el volumen de licitaciones desiertas impulsadas por ayuntamientos y diputaciones (69 proyectos por valor de 10,1 millones de euros). Le sigue la administración autonómica, que no encontró licitadores para 14 proyectos por valor de 14,8 millones. Por último, la administración central tuvo que dejar desiertos 5 concursos por valor de 1,6 millones de euros.

Los contratistas consideran que las licitaciones desiertas, una situación que se ha producido tradicionalmente, pero en menor medida, responden a que los presupuestos de algunas obras públicas están desfasados y no se ajustan a los precios de mercados actuales, que se han visto incrementados por el encarecimiento de las materias primas o los costes energéticos.

Otro de los factores que explican el volumen elevado de obras desiertas en Castilla y León es que en este momento las constructores no se enfrentan a un periodo de escasez en las inversiones públicas.

No obstante, la evolución de 2024 se asemeja a la de 2023, cuando la Cámara de Contratistas contabilizó un total de 170 obras desiertas en Castilla y León, con una inversión total acumulada de 47,93 millones. Por un lado, la Administración central y la autonómica tuvieron que anular entonces 21 concursos cada una, pero con un presupuesto diferente, porque en el primer caso fue de 8,28 millones y en el segundo de 6,26 millones. A ellas se unieron las entidades locales, las más afectadas, con 128 licitaciones anuladas por 33,38 millones.

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