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Thibaut Courtois, durante el partido ante el Manchester City.
Thibaut Courtois, durante el partido ante el Manchester City. Manuel Blondeau (EP) | Gráfico: Sara I. Belled
Clásico

Courtois, guardián de un Real Madrid en horas bajas

El belga ha espantado los fantasmas de comienzos de temporada para convertirse en pilar de un equipo que sólo respira cuando no encaja

Óscar Bellot

Madrid

Viernes, 28 de febrero 2020, 16:52

Thibaut Courtois aún no sabe lo que es ganarle al Barça defendiendo la portería del Real Madrid. En sus quince enfrentamientos contra la escuadra azulgrana sólo cantó victoria una vez, en la vuelta de aquellos cuartos de final de la Champions 2013-2014 ... en los que el Atlético terminó de sellar con gol de Koke en el Vicente Calderón un pase que habían encarrilado los rojiblancos empatando a uno en el Camp Nou. Fue su mejor noche frente a un equipo que le había endosado una manita como carta de presentación, con triplete incluido de Leo Messi en la sexta jornada de Liga del curso 2011-2012.

Los blaugrana se convertirían en una pesadilla recurrente para el espigado guardameta en las campañas venideras. Hasta en 20 ocasiones tendría que recoger el cuero del fondo de la red defendiendo los intereses de Atlético y Chelsea en doce partidos antes de aterrizar en Chamartín tras el Mundial de Rusia.

La tortura no cesó con el cambio de pagador. Como ocurriera en su primera visita al Camp Nou como rojiblanco, el Barça mancilló su estreno de madridista en el fortín azulgrana con otros cinco goles que firmaron el epitafio de Julen Lopetegui como técnico del Real Madrid. Entonces fue Luis Suárez quien comandó con un 'hat-trick' una humillación mayor aún teniendo en cuenta que sobre el césped ni siquiera estuvo el '10' al que en Can Barça veneran como un dios. Una fractura del radio del brazo derecho privó a Ernesto Valverde de Messi, pero el cuadro local fue un ciclón y dejó tocado de muerte a un Real Madrid que volvería a sucumbir en otros dos clásicos de aquella temporada: el de la ida de semifinales de Copa que tendría a Keylor Navas como receptor de las tres dianas del conjunto culé y el liguero del Bernabéu en el que un tanto de Rakitic agudizaría la tragedia de una semana negra que culminó el Ajax decapitando al Real Madrid en Europa.

Sólo del envite que tuvo que ser aplazado al pasado 18 de diciembre por la convulsa situación en Cataluña a raíz de la sentencia del 'procés' pudo salir Courtois presumiendo de haber dejado sin mácula su portería en un clásico, aunque con un sentimiento agridulce al no ver plasmada el Real Madrid en el marcador su superioridad en un choque que sentenció a Valverde.

Determinante

Por entonces se hallaban los blancos en el ecuador de una racha triunfal que les mantuvo tres meses y medio invictos, con la conquista de la Supercopa de España y el amarraje del liderato como principales botines de un equipo asentado sobre su solidez defensiva y sostenido por un arquero que espantó los fantasmas de la campaña anterior y del inicio de la presente con intervenciones determinantes para convertir al Real Madrid en la mejor retaguardia de las grandes ligas.

Seis goles encajados por el gigante de Bree en los diecisiete partidos que disputó dentro de la serie de 21 que encadenó el Real Madrid sin hincar la rodilla entre la derrota ante el Mallorca en Son Moix y la debacle copera frente a la Real Sociedad. La goleada de la escuadra donostiarra se la comió Alphonse Areola con una defensa de circunstancias, pero el retorno de los titulares no recompuso el muro. Courtois, que en sus 26 primeros partidos del curso dejó catorce porterías a cero, ha recibido seis dianas en sus cuatro apariciones más recientes y no mantiene el candado a salvo desde el derbi del 1 de febrero.

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Pese a ello, tiene el mejor coeficiente en la pelea por el Zamora, trofeo que alzó dos veces con el Atlético y al que no le echa el lazo un portero del Real Madrid desde que lo hiciera Iker Casillas en la campaña 2008-2009. Catorce goles en 22 partidos de Liga, a razón de 0,64 por encuentro, frente al 0,72 de Jan Oblak y notablemente mejor que el ratio de 1,13 que presenta Marc-André ter Stegen.

Hoy nadie discute la validez de la apuesta que hizo el Real Madrid por uno de los mejores porteros de la última década pese a que su llegada supuso relegar y posteriormente vender a Keylor Navas, protagonista en las tres 'orejonas' sin freno. Hace unos días desveló que el pleito con el Galatasaray en Estambul fue un punto de inflexión en su cabeza. De aquel partido a vida o muerte salió recuperando su sensación de invulnerabilidad con tras paradas providenciales. «Sé el portero que soy y nunca dudé de mí mismo», dijo aquella noche de octubre un cancerbero que no sólo ha tenido un papel decisivo bajo palos sino también sumándose al ataque en aquel córner que permitió a Benzema firmar unas agónicas tablas en Mestalla cazando un balón que dejó suelto Jaume Doménech tras el cabezazo de Courtois.

El de Bree ha sido villano y héroe en Chamartín pero aún no ha podido imponerse en un clásico. Que a la cuarta vaya la vencida resulta imprescindible para un equipo que sólo ha respirado esta temporada cuando el belga ha mantenido incólume su portería y que se juega la vida el domingo.

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