El Madrid rescata un punto épico en la jugada final

Varios años después, ya como entrenador, Zidane volvió a padecer los rigores de Mestalla. Era febrero de 2017, el Madrid caminaba con paso firme en la Liga y tenía la posibilidad de apuntalar su liderato en un partido en su momento aplazado por la disputa del Mundial de Clubes, pero un inicio arrollador del Valencia con goles de Zaza y Orellana en los primeros diez minutos dio al traste con las esperanzas blancas de sumar en la ciudad del Turia. Lo curioso es que 'Zizou' llegó al banquillo madridista precisamente tras un empate del Madrid de Benítez en Mestalla que acabó con la etapa del técnico madrileño, muy tocado desde el 0-4 en el clásico del Bernabéu de esa temporada.

También a Ancelotti se le empezó a emborronar la libreta en una visita al Valencia con el año recién comenzado. Fue un 4 de enero de 2015 y el Madrid se dejó una racha de 22 victorias consecutivas en una remontada che con goles de Barragán y Otamendi tras el tanto inicial de Cristiano Ronaldo desde el punto de penalti. La derrota, que en aquel momento pareció un accidente, marcó un punto de inflexión en la trayectoria del técnico italiano en el banquillo blanco, pues a partir de aquel momento los resultados fueron en línea descendente y su equipo acabó la temporada huérfano de grandes trofeos y con el adiós de Ancelotti tras dos cursos como técnico madridista y una Champions en las vitrinas. De hecho, la relación entre el preparador transalpino y Florentino Pérez quedó deteriorada desde el partido de Mestalla, pues tal y como confesó después Ancelotti, el cambio de Bale por Jesé desató la cólera del mandatario, que incluso llamó a su entrenador para pedir explicaciones por la decisión.

Con semejantes antecedentes, y teniendo en cuenta que el último precedente en Mestalla para el Madrid es otra derrota 2-1 el curso pasado, no resulta extraña la prudencia de Zidane al afrontar el choque. «No pienso en eso para nada. Nuestra única preocupación es el partido de mañana (domingo). El resto, es el futuro cercano, pero a la vez lejano», respondió el galo a las insistentes cuestiones sobre el clásico del Camp Nou. Por si fuera poco dolor de cabeza afrontar dos partidos de semejante exigencia en apenas tres días, al técnico francés se le presenta además un dilema importante. Casemiro, el más indiscutible de entre todos los futbolistas del Madrid, llega apercibido de sanción, por lo que disputar el duelo de Mestalla era poner en serio peligro su presencia en el Camp Nou.

Nacho Fernández, tras ser suplente en el partido de Champions en Brujas es el elegido para el costado zurdo de la defensa madridista. Por otra parte, en la parcela ofensiva el único indiscutible es Benzema, con Bale y Rodrygo como acompañantes más probables y con Isco, que sigue ganando peso en las últimas semanas, como enganche.

El Real Madrid es un especialista en provocar la taquicardia de su rival en la prolongación. Hasta el pitido final nadie se siente tranquilo ante los madridistas.

Fuera del tiempo decretado como añadido por el colegiado subió Courtois al área, cabeceó como el mejor ariete y el apresurado despeje de Jaume Domenech no supo mandarlo a la grada Garay.

De este modo épico, inesperado y quizá injusto el Real Madrid llegará al clásico con los mismos puntos que su gran rival.

Zidane optó por salir con Bale y Casemiro como suplentes. Lo primero era esperado, lo segundo... también por la importancia del duelo en Barcelona.

Lo cierto es que su equipo

Los de Celades estaban tan hundido que

Cuando ganó algunos duelos en la zona ancha, pudo manejar más la pelota y pudo iniciar rápido los ataques. Desde el costado izquierdo es un puñal Gayá la puso al área, Ferran se adelantó a la mala salida de Courtois pero la mandó alta. El belga alternó algunas dudas con buenas paradas. A base de balón el Valencia controló más el juego, brillando aún más Coquelin recuperando y moviendo la pelota.

Bale y Vinicius comparecieron cuando el bloque madridista se olvidó de atacar. Se fueron Isco y Rodrygo, que fueron de más a menos pero en ese momento golpeó el Valencia gracias a un cambio acertado de Celades al meter a Manu Vallejo por Jaume Costa.

Zidane se la jugó con Jovic a costa de dejar tan solo a Valverde que apenas les llegó el balón arriba a los cuatro estiletes con los que el Madrid terminó en Mestalla. El balcánico marcó en fuera de juego antes de que