Historia del Pozo San Juan y San Juan Macías BC
Con mucho arte

Milagros en Badajoz: la historia detrás del Pozo San Juan

La historiadora del arte de Aranda de Duero, Elena Rodríguez, explica desde Ribera del Fresno en Badajoz una de las historias más curiosas de la Iglesia

Domingo, 2 de julio 2023, 10:06

Desde Ribera del Fresno, en Badajoz, llega la curiosa historia del Pozo San Juan y de su protagonista, San Juan Macías. Nos situamos a finales del siglo XVI, cuando San Juan Macías estaba con sus ovejas pastoreando y se encontró con un vecino al que ... se le había caído un cerdo al pozo. No podían sacarlo, una tragedia enorme para una familia de la época cuyo sustento dependía de estos animales, así que San Juan se puso a rezar. Y entonces llegó la sorpresa: las aguas del pozo comenzaron a subir y así pudieron sacar al animal del pozo.

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Pero el milagro no quedó ahí, su leyenda se fue haciendo grande a medida que pasaban los años. Aunque era pastor en esta zona de Badajoz decidió recorrer mundo y llegando a Lima, Perú. Allí es considerado uno de los Santos más importantes de la ciudad, es muy venerado en esta ciudad, donde se dedicó a la vida religiosa como monje dominico ayudando a los más necesitados hasta su muerte, en 1.645.

300 años después de haber fallecido se le conoce otro milagro en Olivenza, Badajoz. En 1.949 en plena posguerra había una institución que daba de comer a los niños y familias necesitadas. Una de esas semanas la familia a la que le tocaba aportar la comida no la llevó y solo tenían tres cazos de arroz para dar de comer a unas 200 personas.

Una de las cocineras se puso a rezar, se encomendaron al Santo y pusieron la cazuela al fuego. La sorpresa llegó cuando regresó junto a los fogones y encontró una cazuela repleta de arroz que, además, que se iba llenando por sí sola según iban sirviendo platos.

Cuando se terminó de alimentar a todo el mundo la cazuela dejó de producir arroz. Este hecho fue evaluado por un tribunal de la Iglesia para comprobar si fue así como sucedió y determinaron que era auténtico. Es, junto a la multiplicación de los panes y los peces, el único milagro de reproducción de alimentos que reconoce la Santa Sede y ocurrió en la provincia de Badajoz.

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La historia completa en el vídeo reportaje que acompaña a esta información.

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