La fiesta del Colacho: el salto del diablo sobre los recién nacidos

El Colacho se celebra en Castrillo de Murcia, un pueblo cercano a Sasamón en la provincia de Burgos y es una tradición que se representa desde 1621, año en el que se crea la cofradía del Santísimo Sacramento. Se ha llevado a cabo ininterrumpidamente desde entonces (excepto en 2020 y 2021, los años de la pandemia).

El próximo domingo 11 de junio, primer domingo después del Corpus, se celebra de nuevo. Aunque se festeja todo el fin de semana, lo más llamativo es la procesión del domingo en la que salen el sacerdote, los cofrades, los niños que han hecho la comunión, el atabalero que toca la percusión y la peculiar figura del Colacho , un demonio vestido con un traje muy llamativo, amarillo y rojo y una especie de látigo con el que toma el pelo a los presentes, corre detrás de los niños e incluso hace burla al sacerdote.

El pueblo se engalana para esta procesión con flores, mantas, telas y se ponen altares por las calles pero también se ponen unos colchones en el suelo. En esos colchones se tumban a los bebés nacidos en el último año, no solo del pueblo, sino también de fuera.

El Colacho cuando se encuentra con los colchones, tiene que saltarlos y, pese a lo difícil que puede parecer, en los 400 años que lleva la tradición nunca ha pasado nada. ¿Qué representa? El mal y el demonio y con este salto se protege a los niños de las maldiciones.

Después de saltar a los bebés, los presentes se van a la era, hay bailes regionales y un almuerzo. Esta fiesta fue declarada de Interés Turístico en Castilla y León y recibe cada año decenas de visitantes que no quieren perderse una de las celebraciones más curiosas de la comunidad y del país.

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