De Luxemburgo a Almendralejo por amor al Burgos CF

«Como tantos otros jóvenes sin futuro en España», explica, tiempo atrás hizo las maletas y se marchó al extranjero a trabajar de lo suyo (Ingeniería de Caminos), recalando finalmente en el pequeño país centroeuropeo, donde lleva ya cinco años. Pero la distancia no le ha separado ni un ápice del Burgos CF. Es abonado ininterrumpido desde 2009, sigue día a día la actualidad del club y aprovecha cada viaje de regreso a casa para intentar ir a algún partido.

Este año, sin embargo, no ha podido acudir a El Plantío ni desplazarse con el equipo. Cosas de la pandemia. Pero ahora es diferente. Ahora, el Burgos tiene en su mano regresar a Segunda División. «No podía perderme este partido», subraya. De hecho, «hace ya tres semanas que pedí el lunes de vacaciones» para acudir a Extremadura. A esas alturas, no se sabía ni siquiera si el Burgos jugaría la final del play off. Hombre previsor.

En todo caso, no es un viaje sencillo. Salió de Luxemburgo a las siete de la mañana de ayer en coche hasta Bruselas, donde cogió un avión con dirección a Barajas. Y desde allí, de nuevo en coche, hasta Cáceres. Una parada para «hacer un poco de turismo» antes de ir a Almendralejo, explica. En total, más de doce horas de viaje en solitario desde el pequeño país centroeuropeo por una sola causa: el Burgos CF.

No es la primera locura que este briviescano hace por el equipo de su tierra. Son muchos los desplazamientos en los que ha participado: Sevilla, El Palo, La Coruña... Especial recuerdo mantiene de éste último, a pesar de que el Burgos no consiguió superar al Deportivo Fabril en el play off de ascenso a Segunda B. «Dicen del Atlético de Madrid, pero nosotros sí que somos sufridores, va en la sangre», asegura al tiempo que recuerda que sólo le faltó «viajar a Lanzarote» años atrás.

Con ese historial, nadie de los que le conocen se extraña de que acuda a Almendralejo. «Ya saben cómo soy», afirma entre risas. «Obviamente, es dinero, pero no me parece que sea ninguna locura». Los aficionados «de verdad», dice, hacen lo que sea por el equipo de sus amores. Y esos aficionados «valen más que otros diez juntos».

Además, Álvar acude a Almendralejo con mucha confianza. «No quiero pecar de optimista, pero la verdad es que estoy súper confiado. Comparto lo que dijo el otro día Álvaro Rodríguez. No barajo otro escenario que no sea el ascenso» a Segunda División, a pesar de que el Bilbao Athletic se presenta como un rival difícil de superar. Y es que, insiste, el Burgos CF «tiene experiencia y fortaleza físicia» suficiente como para ganar el partido.

¿Y el viaje de vuelta? «Eso es lo duro. Tengo que llegar a Barajas a las seis de la mañana, porque el vuelo sale a las ocho y trabajo la noche del lunes al martes. Menos mal que me pude coger el día» para, al menos, llegar a tiempo al trabajo. A ver si lo hace con una sonrisa. Esa sería una muy buena señal.