Las peñas de Burgos, a favor de «dar una vuelta» a la cabalgata

Los cambios no siempre gustan. En algunas ocasiones tardan en calar, y en otras se demuestra que no deberían haber cambiado. Algo parecido ocurre estos días en Burgos, donde las novedades de los Sampedros de este año y la cabalgata siguen en boca de los burgaleses.

Después de la cabalgata de 2023, la concejala Carolina Álvarez proponía acortar el acto, que duraba unas tres horas. La solución para este 2024 fue programarla para la tarde, a las 21:30, para evitar las horas centrales y con más calor e intentar que fuera más corta. Además, así las carrozas desfilarían con una iluminación especial.

Sin embargo, días más tarde del desfile nocturno la alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala, proponía «dar una vuelta» a la cabalgata. Y las peñas también se han sumado a ese movimiento. Tanto la Hermandad como la Federación asumen que «hay que darle una vuelta», aunque reconocen que la afluencia de público de este año fue «parecida» a Sampedros anteriores.

Otros años, la cabalgata salía a las once y media de la mañana y finalizaba alrededor de las cuatro de la tarde. Este año, con la intención de aligerarla, la Hermandad y la Federación propusieron al Ayuntamiento eliminar la tribuna, el espacio reservado en la calle Vitoria a las reinas, donde estas esperaban a sus compañeros de agrupación o peña.

Este pequeño cambio, además de la intención de aligerar el desfile por parte de la Hermandad y la Federación, logró que la cabalgata durase algo menos. En total «se redujo una hora y cuarto», explica el presidente de la Hermandad de Peñas, José Manuel Carbonell. Sin embargo, con la hora tan tardía de comienzo, el final de la cabalgata se alargó hasta casi las doce de la noche, una vez comenzados los fuegos artificiales.

Ante lo ocurrido, los presidentes de la Hermandad y la Federación ratifican su compromiso por «darle una vuelta» a la cabalgata. Quizás la solución estaría en adelantar la hora del desfile y retrasar la de los fuegos, para que así los burgaleses puedan compaginar ambas actividades, explican ambos directivos.

«Todos los cambios conllevan un asentamiento y ahora esos fallos se intentarán corregir», comenta Miguel Santamaría, presidente de la Federación de Fajas, Blusas y Corpiños de Burgos. Sin embargo, tanto él como Carbonell se muestran abiertos a propuestas de mejora o cambios que puedan favorecer a que más burgaleses disfruten de los Sampedros. «Tenemos un año por delante para mejorar», añade Santamaría.

Por otra parte, una solución que podría dar sus frutos sería la de escoger un modelo de cabalgata. Todo dependería, tal y como explican los presidentes, en definir si Burgos prefiere una cabalgata protagonizada por carrozas y animación de calle o la opción de que las peñas animen también el desfile.

Eso sí, para este segundo modelo sería imprescindible intentar organizar mejor el desfile de peñas, para que sea más ligero. Sin embargo, ambos afirman que «dar gusto a todos es muy complicado» y que «todos los cambios se tienen que asentar», como ha ocurrido con algunas «nuevas» tradiciones como la bota o poner el pañuelo al Cid Campeador.

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