El Plan de Movilidad valora extender la Zona Azul a Gamonal y otros barrios

Muchas han sido las propuestas lanzadas en este sentido para intentar atajar en mayor o menor medida dicho déficit, pero hasta ahora, sobre todo en Gamonal, se han encontrado con mil y un trabas técnicas, políticas y vecinales que las han hecho inviables, lo que ha impedido solventar un problema que preocupa y mucho.

Así lo advierte el nuevo Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), que fue aprobado la semana pasada por la Junta de Gobierno y que se erige como guía de actuación del Ayuntamiento en materia de movilidad de cara a los próximos ejercicios. Un documento que plantea varias propuestas de cierto calado, incluida la extensión de la zona de aparcamiento regulado (Zona Azul) a nuevos puntos de la ciudad con el objetivo de crear nuevas plazas en rotación.

En este sentido, el PMUS apuesta por incrementar en un 30% las plazas de aparcamiento reguladas en diferentes puntos de Gamonal, Vadillos o el entorno de la UBU. En cifras, eso supondría crear 1.250 plazas nuevas, que se sumarían a las 4.235 actuales y se deberían repartir en función de varios criterios, como el uso por parte de residentes y visitantes, la existencia de alternativas de aparcamiento y a la disposición del resto de zonas reguladas para evitar trasladar la presión a otras calles adyacentes.

Eso sí, el PMUS asume que cualquier actuación en este sentido ha de venir avalada por un estudio de necesidad y oportunidad, y con una buena planificación para los residentes. Y es que, buena parte de actuales plazas de Zona Azul están reservadas para los propios vecinos del entorno. Según los datos de 2017, el Ayuntamiento concedió 2.792 tarjetas para uso libre de la Zona Azul, que suponen casi el 66% del total de las plazas disponibles.

Tomando como referencia todas esas cuestiones, el nuevo Plan de Movilidad considera viable llevar a cabo la ampliación de la Zona Azul en cuatro años con un presupuesto aproximado de 1,3 millones de euros, que deberían ser sufragados por la empresa concesionaria del servicio a través de un nuevo contrato de gestión.

A mayores, el PMUS también plantea una modificación de la propia regulación de la ORA en varios aspectos, vinculados al cambio de tarifas y a la modernización del servicio. A este respecto, el documento propone la implantación de un sistema de tarificación en función de las características del vehículo, a imagen y semejanza del desarrollado en Madrid. Con este sistema se pretende bonificar el aparcamiento de los vehículos menos contaminantes y gravar de manera más significativa a los más contaminantes.

Asimismo, y teniendo en cuenta que el uso de los aparcamientos subterráneos del centro es sensiblemente inferior al registrado en la Zona Azul, el PMUS propone armonizar las tarifas de ambos, haciendo que para el usuario sea más atractivo aparcar en los parkings subterráneos a partir de la primera hora, relegando la ORA a usos con mayor rotación temporal.

Con todo, esta propuesta viene de la mano de la necesidad de generar más plazas de aparcamiento en las zonas más conflictivas. De nuevo, vuelve a ser Gamonal el punto de mayor conflictividad en este sentido. Allí, en las últimas décadas se han valorado infinidad de opciones, empezando por los malogrados aparcamientos subterráneos de la avenida Derechos Humanos (Eladio Perlado) y la calle Vitoria. También se han propuesto sendas actuaciones en la misma línea en Lavaderos o en la calle María Amigo (antigua Pedro Alfaro), amén de los aparcamientos disuasorios de Las Torres, ya en servicio, o del Silo, aún en estudio. Y ahora, el PMUS abre el abanico y plantea otras opciones, como el patio del colegio Fernando de Rojas, que según el documento presenta las condiciones necesarias para ejecutar allí un aparcamiento subterráneo.

Mención aparte se merece el disuasorio de Las Torres, un aparcamiento totalmente infrautilizado. Para dotarle de mayor actividad, el Ayuntamiento ya ha puesto sobre la mesa la posibilidad de mejorar la infraestructura con nueva iluminación, mejores accesos, más señalización y condiciones de seguridad que lo hagan atractivo. Y el PMUS ahonda en esta línea, abriendo de hecho la posibilidad de que en un futuro se convierta en un aparcamiento regulado, con tarifas asequibles para los vecinos del entorno.