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Cualquier intervención que acometa el Cabildo en la Catedral de Burgos debe de pasar por la Comisión de Patrimonio de la Junta de Castilla y León. No es algo nuevo, pero la polémica suscitada por las nuevas puertas encargadas a Antonio López, para la celebración ... del VIII centenario de la Seo burgalesa, nos lo recordó. Y el Procurador del Común no deja que la Junta lo olvide en ningún momento.
Tras el tirón de orejas dado a principios de febrero, a raíz de la denuncia realizada por un vecino de Palencia sobre deficiencias y desperfectos en la Catedral, el Procurador del Común da por finalizada su intervención al haber conseguido lo que no consiguió el palentino: la respuesta de ambas instituciones, un compromiso de subsanación de desperfectos y otro de vigilancia, protección y conservación de la Catedral.
En el escrito recientemente remitido a Alfredo Trigueros, el Procurador le comunica la respuesta dada por la Junta, en la que recuerda que «tal como establece la normativa», la labor de la Comisión de Patrimonio Cultural es vigilar las intervenciones que afecten a la Seo de Burgos. «Las actuaciones que acometa el Cabildo deberán ser autorizadas por la Comisión», afirma, que «ejercerá una labro de seguimiento y control de las decsiones».
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De este modo, Patrimonio reconoce que tendrá que estar vigilante para garantizar que el Cabildo cumple con lo comprometido, que no es otra cosa que subsanar los desperfectos y las deficiencias que deunciaba Trigueros. Y que lo hace conforme a la normativa. También que controla que la Catedral se conserva de manera adecuada y cualquier intervención, antes de acometerse, se autoriza por Patrimonio.
Alfredo Trigueros ha presentado varias denuncias por falta de conservación y protección en la Catedral, pero también en otros monumentos de Burgos. Las denuncias que han acabado ante el Procurador del Común hacían referencia al mal estado que presentan las réplicas de la Galería de los Reyes, en la fachada de Santa María, que se están agrietando.
También, a la presencia de argollas metálicas y tacos de plástico en el dintel de la puerta principal (que ya han sido retirados) y a la existencia de una pared de ladrillos dobles en el lugar en el que se ubicó el antiguo palacio arzobispal. El Cabildo «ha reconocido la veracidad de las denuncias» y ha demostrado «su disposición a dar una solución a la mayor brevedad posible», comunicaba el Procurador.
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