«Con la pandemia la gente se ha dado cuenta de que tenía una bici en el trastero»

La demanda en los establecimientos de venta y reparación de estos vehículos no ha dejado de aumentar durante las últimas semanas, así lo confirma el gerente de Más Bici, Jorge Gonzalo, que reconoce: «Se nota que la gente ha sacado la bicicleta que tenía en el trastero desde hacía 15 años». Al «rescatar» las bicicletas se hace necesario repararlas y ponerlas a punto, por lo que Gonzalo declara: «Estamos a tope. El taller está a tope, las bicicletas están un poco viejitas y sí que se ha notado, tenemos mucho trabajo».

Pero no solo reparan bicis antiguas, la gente tambien se está animando a comprar, «de venta también se nota, estamos vendiendo bastantes bicicletas, aunque de gama media, las gamas altas nada. Pero se ve que la gente se ha animado a salir en bici», expone, y bromea: «Ahora hay que esperar a que abran los bares a ver qué pasa». Para Gonzalo todo son ventajas con este vehículo, porque «es muy sencillo salir con la bicicleta a la calle a dar una vuelta, la mente se libera mucho y la gente ha recordado el mejor juguete que ha tenido».

En cuanto al futuro y a la posible crisis que se avecina, Gonzalo cree que «siempre que ha habido una crisis gorda, lo que nos hemos quitado han sido los caprichos un poco más fuertes, el coche, viajar y la gente aprovecha su tiempo libre para salir en bici y hacer un deporte». Por eso considera que «se trata de una inversión en la bicicleta al inicio» pero «luego el resto es gratis».

Por su parte en La Estación de Bicicletas, Cruz Herrero asegura que la vuelta al trabajo ha sido «impresionante». Coincide con otros vendedores del sector: «Ha aumentado la demanda de bicicletas, sobre todo bicicletas inferiores a 500 euros y luego la gente está sacando lo que tiene en los trasteros y lo está reparando». En este sentido, Cruz confiesa que le han llevado auténticas reliquias y bicis clásicas al taller, «me he encontrado joyas preciosas, ayer me trajeron una bicicleta de la India. Veo cosas chulas que la gente almacena en casa, bicicletas de los años 70 e incluso alguna de los años 50». Dar una segunda vida a este vehículo también es una opción que los vecinos están considerando, de hecho recalca que «las bicis que tenía en venta de segunda mano se han agotado durante los últimos días».

Los hábitos de los burgaleses están cambiando debido a la crisis del coronavirus y, según este profesional es posible que empiecen a utilizar más la bici para sus desplazamientos: «La gente se ha mentalizado con toda esta situación de que podemos conseguir un entorno más saludable y llevadero y, por otro lado, también hay miedo a utilizar otro tipo de transporte como el transporte colectivo«, manifiesta. Además, afirma que están vendiendo «muchas bicicletas eléctricas» y «electrificando» las normales, «es más barato que comprar una eléctrica y es un proceso reversible, si cambias de bici puedes usar esos elementos en la nueva para convertirla en eléctrica», explica.

Para Herrero, fiel defensor de este medio de transporte sostenible, ir a trabajar a pedales mejora la calidad de vida, «llegas con una sonrisa, no estresa como el coche», por lo que espera que no sea una moda pasajera y que se «estabilice». «Nos da miedo que cuando esto termine, se nos olvide, las bicis vuelvan al trastero y los coches vuelvan a invadir la ciudad», concluye.