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Las calles comerciales de Burgos muestran este lunes una imagen de cierta «normalidad», con instantáneas que no se veían en la capital desde que se decretase el estado de alarma en todo el país. Puertas abiertas, persianas subidas, furgonetas de reparto y cambio de escaparates, ... hoy la mayoría de los establecimientos han reabierto y, quienes no lo han hecho, se preparan para el inicio de su actividad en los próximos días. Aunque «incertidumbre» es el término que más repiten los comerciantes desde la puerta de sus negocios, muchos reconocen que «la vuelta al trabajo ha sido mejor de lo esperado».
Es el caso de Arancha Pérez, gerente de Lolo Lolitas, una tienda del sector textil del centro de la capital en la que se ha visto afluencia de clientes durante toda la mañana. «Me esperaba un desierto, pensaba que íbamos a estar paradas, pero no ha sido así«, afirma esta empresaria. Su vecina de tienda, Mar Virto, dedicada al mismo sector en Kana Chic, manifiesta que »esto es algo nuevo y que hay mucho miedo todavía, entre clientes y entre los propios comerciantes«. Sin embargo confía en que pronto »empiecen a funcionar las cosas« y afirma que las medidas de seguridad implementadas, »geles, mascarillas, guantes y ozono para desinfectar las prendas«, aportan más tranquilidad tanto al público como a los vendedores.
Algunos de los comercios que han iniciado este lunes la que será su nueva normalidad, llevaban varios días atendiendo a puerta cerrada y con cita previa. Quienes han trabajado de esta forma aseguran que «han tenido sensaciones positivas» porque las personas que acudían, compraban. «Se nota que la gente tiene ganas de poder comprar con normalidad», confiesa la empleada de una tienda del centro. Un gran número de vecinos se ha animado esta mañana a pasear y a pararse en los escaparates, algunos de ellos coinciden en señalar la «sensación de normalidad» que aportan los comercios abiertos, algo que consideran muy positivo. Todos los que se han dejado ver «de compras» llevaban mascarilla y afirman que no saldrían a comprar sin ella y, aunque tienen dudas respecto a la obligatoriedad de llevarlas o no, prefieren hacerlo. El motivo lo indica una burgalesa frente a una zapatería de la Plaza Mayor: «Me siento más protegida y agusto».
Desde la Federación de Comercio consideran que es «muy pronto» para realizar una valoración acerca de la primera jornada de reactivación. Según la presidenta, Consuelo Fontecha, han puesto en marcha una cuestación para los asociados con la intención de conocer «los nuevos hábitos de los consumidores y los horarios de mayor afluencia de público». El objetivo es poder adaptarse a estos cambios para ofrecer el mejor servicio a los clientes porque, explica, «nosotros estamos despistados con tantos cambios y el público también». Los resultados se conocerán hacia finales de semana y permitirán que los comercios trabajen con mayor eficiencia y que los burgaleses puedan comprar con más comodidad cumpliendo con todas garantías de seguridad.
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