Las obras del cívico de Fuentecillas arrancarán en febrero

Parece que esta vez sí. La alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala, y el director general de Herce, Eduardo Rubio, han firmado esta mañana el contrato de construcción del futuro centro cívico de Fuentecillas, un proyecto que al fin verá la luz tras numerosos quebraderos de cabeza.

Según ha asegurado Ayala, el compromiso de la empresa adjudicataria pasa por arrancar las obras este mismo mes de febrero con el objetivo de que la instalación, que dará servicio a toda la zona oeste de Burgos, esté operativa «a finales de 2026».

Las obras, adjudicadas semanas atrás a la empresa soriana por un presupuesto de 6.164.200 euros, incluyen la construcción integral de un edificio de 2.600 metros cuadrados repartidos en dos plantas. Allí se adaptarán diferentes espacios, como once aulas para talleres, una ludoteca, una sala de encuentro, otro espacio de reuniones, un centro de día infantil, varios despachos y un salón de actos con 213 butacas. A mayores, el edificio, que tendrá un consumo energético casi nulo y contará con un patio central.

Se mantendrá así la oferta de servicios con la que ya cuentan la mayor parte de los centros cívicos ya operativos. En este sentido, de hecho, la nueva instalación está llamada a completar la red de centros cívicos de la ciudad, dando servicio a una zona con alrededor de 20.000 vecinos que hasta ahora adolecía de un espacio de estas características.

El camino para llegar hasta aquí ha sido, no obstante, muy complejo. El proyecto, planteado años atrás, ya fue objeto de debate hasta encontrar la ubicación definitiva. Una vez elegida la parcela donde se levantará, años atrás se planteó un proyecto que fue adjudicado a finales de 2021 a la UTE formada por las empresas Gesdesbur y Construcciones y Obras Llorente por un presupuesto de 4,5 millones de euros.

Sin embargo, la empresa ni siquiera comenzó a trabajar una vez firmado el contrato. Tras muchos tiras y afloja, con requerimientos formales incluidos, el Ayuntamiento acabó tirando la toalla y decidió resolver el contrato para lanzar una nueva licitación. El proceso fue largo y tedioso, y obligó al Consistorio a revisar el proyecto e incrementar el presupuesto para acomodarlo al aumento de precios de la construcción.

Finalmente, esta segunda licitación obtuvo el resultado esperado y semanas atrás se adjudicó el proyecto a Herce, que esta vez sí parece que comenzará a actuar de manera inminente en la parcela. Lo hará, eso sí, cuatro años después de lo previsto inicialmente por el Consistorio.

En todo caso, una vez superados todos los contratiempos, Ayala ha querido hacer hincapié en la importancia del proyecto, una de las actuaciones de mayor trascendencia de las planteadas para este mandato.

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