Arranca el derribo de las naves de Manuel Altolaguirre

Arrancan las obras. Operarios de Alpesa, empresa adjudicataria del proyecto, han comenzado esta semana a trabajar en el derribo de las antiguas naves ubicadas en la calle Manuel Altolaguirre, una obra que se esperaba desde hace ya varios años.

En la mañana de ayer entraron las primeras máquinas en la parcela mientras se hacía el acopio inicial de materiales y se comenzaba a preparar el terreno.

Los trabajos fueron adjudicados hace unas semanas por un presupuesto de 454.421 euros (IVA incluido), lo que suponía una rebaja del 19,8% respecto al presupuesto base de licitación.

Con ese dinero, la empresa adjudicataria deberá hacer dos cosas: derribar las antiguas naves y, posteriormente, urbanizar la parcela en la que se ubican. Una parcela de alrededor de 8.000 metros cuadrados para la que el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Burgos establece usos dotacionales.

De esta forma, la mitad de la parcela se urbanizará como ampliación del aparcamiento de Las Torres, que contará con un centenar de plazas nuevas, y la otra mitad se convertirá en un espacio verde de bajo mantenimiento a la espera de una eventual cesión a la Junta de Castilla y León para la posible ampliación del colegio Juan de Vallejo, ubicado justo al lado.

Con todo, y a la espera de esa posible cesión, la obra, que arranca con un plazo de ejecución de seis meses, pretende resolver un desaguisdo urbanístico que se prolongaba ya muchos años y que le ha supuesto al Ayuntamiento una elevada factura. Muy elevada.

No en vano, la parcela ya estaba calificada como suelo urbano consolidado para uso dotacional en el PGOU de 1999. Sin embargo, el Ayuntamiento tardó en ejecutar la expropiación, y fueron los propietarios los que reclamaron que se iniciara el expediente de expropiación forzosa tras el tiempo transcurrido.

El asunto acabó en los tribunales, y el TSJ dio la razón en parte a los propietarios años atrás, obligando al Consistorio a pagar nada más y nada menos que 9,2 millones de euros por la parcela en una sentencia que supuso un duro golpe para las arcas municipales.

En todo caso, la parcela ya es de titularidad municipal y se espera que a mediados de año su nueva urbanización sea una realidad.

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