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Con diez días de lluvia, y cuatro de tormenta, poco se ha podido hacer para revertir la ausencia de precipitaciones que se viene sufriendo en Burgos en este 2022. Junio ha sido un mes especialmente seco, pues la estación meteorológica de la ciudad solo ... ha registrado 5 litros por metro cuadrado, uno de los registros más bajos del histórico de la AEMET.
El dato más bajo se tiene contabilizado en junio de 2001, cuando se registraron solo 2,8 litros por metro cuadrado, pero en ambos casos se está lejos de los registros de los últimos años. Por ejemplo, el pasado 2021 fueron 45,67 , mientras que en 2020 se alcanzanro los 64,4 litros. Hubo menos lluvias en 2019, pero aun así fueron 21,4 litros los recogidos en Burgos capital.
La falta de lluvia de junio sigue la tendencia del resto del año pues en este primer semestre solo se han recogido 179,4 litros por metro cuadrado. El mes en el que más lluvió en Burgos fue abril, con 66 litros, y le sigue marzo con 64,4. En enero se quedaron en 12,8 litros por metro cuadrado, pero en febrero fueron escasamente 7,6 litros. Mayo dejó un registro intermedio, 23,4 litros.
Esos 179,4 litros por metro cuadrado que ofrece el portal estadístico de la AEMET no tiene nada que ver con los casi 270 litros que se recogieron el pasado año. O con los 300 del 2020. También por encima se encuentra el año 2019, con 190,3 litros. Incluso el año que junio marcó el mínimo, en 2001, llovió más entre enero y junio, fueron 377,4 litros.
Además, esos 5 litros por metro cuadrado de junio están lejísimos de los 146 litros que se registraron en Burgos capital en 1992, es año del registro más alto para un junio en la serie histórica de la AEMET. Y no parece que la situación vaya a mejorar en julio. Los primeros días no se han registrado lluvias en la capital y, desde este fin de semana, suben las temperturas en una nueva ola de calor.
Precisamente el calor ha sido el protagonista del mes de junio, uno de los más cálidos. No se trata solo de que la máxima haya alcanzando los 37,7 grados (el 17 de junio, Festividad del Curpillos), sino de que la temperatura media del mes se haya elevado a los 19 grados. Es decir, ha hecho en general más calor que en años anteriores, con la mayoría de los días por encima de los 20 grados.
Los 37,7 grados no son el registro más alto del histórico de Burgos. En 2019, los termómetros se elevaron hasta los 38,8 grados. Sin embargo, ese mismo mes la media se quedó en 17,7 grados. El pasado año fueron 16,6 grados. El dato extremo se contabilizó en 2003. Entonces, la media de junio fueron 21 grados, con máximas de 36,9 y mínimas de 8,8.
Este año la mínima han sido 4 grados del 28 de junio. Las ha habido más bajas a la largo de la historia de Burgos capital. Por ejemplo, en el año 1992 se registraron cero grados en pleno junio, el dato más bajo. El pasado año fueron 5,7, pero el año de la pandemia se quedaron en 2,9 grados. Y en el 2019 cayeron los termómetros hasta los 0,8 grados.
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