Punto y final a las obras. Punto y final a las restricciones de tráfico. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) ha anunciado hoy el final de las obras de reforma de la estructura del viaducto de conexión entre la BU-11 ... y el casco urbano de la capital burgalesa, que durante muchos meses han condicionado y dificultado la circulación a la entrada y salida de la ciudad.
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Según confirman fuentes del propio Ministerio, y a falta de que se ejecuten algunos trabajos menores de mantenimiento y limpieza, está previsto que este mismo jueves se retiren la mayoría de las máquinas y se eliminen las restricciones.
Eso sí, aún habrá algunas complicaciones, ya que inicialmente se canalizará el tráfico por los carriles derechos de ambas calzadas, para así restablecer los sistemas de contención que separan ambos sentidos. Una vez restablecidos dichos sistemas de contención, se abrirán los carriles izquierdos y la BU-11 quedará completamente abierta al tráfico sin restricciones en este tramo.
De esta forma, se pondrá fin a unas obras que se han prolongado durante más de nueve meses. El pasado día 24 de enero de 2022 se puso en marcha la fase inicial de la actuación para poder determinar con exactitud las actuaciones en materia de conservación y mantenimiento necesarias.
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En esta primera fase se llevaron a cabo labores de inspección con el objetivo de definir en detalle el estado actual de la estructura que tiene casi 50 años de antigüedad, después del deterioro sufrido a lo largo del tiempo por la meteorología y el elevado tráfico que soporta cada día. Según los últimos datos registrados, por allí circulan cada día 26.447 vehículos.
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La inspección realizada puso de manifiesto la necesidad de actuar sobre una viga transversal que trasmite la carga del tablero, sobre el que circulan los vehículos, a los dinteles de la estructura. Para reparar esta viga transversal fue necesario «liberarla» de las pesadas cargas que recibe del tablero.
Por ello, se instaló un sistema de andamiaje para crear una plataforma de trabajo desde la que se pudieran ejecutar las labores necesarias para apear el tablero mediante un sistema de gatos hidráulicos (capaces de levantar 500 Tm de peso), apoyados en unas ménsulas de acero ancladas al dintel y así liberar la viga y efectuar las labores de reparación (fundamentalmente hidro-demolición y reconstrucción del hormigón armado deteriorado).
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Asimismo, también se ha actuado en los trasdoses de la estructura, zona de transición entre la propia estructura y el apoyo sobre materiales de relleno para asegurar su estabilidad.
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