Las empanadillas que maridan Italia con Burgos están en la calle San Lorenzo

Desde hace dos años, esta tapa se ha convertido en una de las más degustadas y demandadas de esta céntrica calle. Este establecimiento destaca también por su reducido espacio, uno de los motivos principales por el que decidieron enfocarse en un solo producto, las empanadillas. «Es una comida que se puede vender y comer en bares pequeños», declara Iván, propietario de Encarna's.

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Buscaron maridar la tapa con alguna bebida ya que «se puede comer mientras estás tomando una copa, necesitas una para comer la empanadilla y otra para tomar algo», subraya el dueño. Y se les ocurrió darle un toque italiano. Tenía que contener naranja y la bebida que cumplía todos los requisitos era el Aperol Spritz. Tan italiano lo han querido convertir que han cambiado la tradicional pajita por un macarrón alargado «para poder chupar con su pajita y luego la empanadilla».

Lo tradicional causa furor en este establecimiento, tanto es así que la empanadilla más vendida es la de bonito con tomate, aunque tienen en carta más de seis variedades. Un elemento diferenciador de esta tapa es que no se fríe, se calientan en un horno y en tan solo un minuto están listas para consumir «queremos que sean un poco más fit», destaca Iván.

'La Bonita', 'La Boleta', 'La Bufalilla' o 'La Cabrita' son algunos de los nombres de las empanadillas de Encarna's y cada una de ellas están elaboradas con diferentes ingredientes. Se puede elegir entre siete tipos sabores, desde el más tradicional, bonito con tomate, hasta el más italiano, mozzarella de búfala fresca con chorizo ibérico.

«La de atún nos lleva al pasado, es la que siempre nos han hecho nuestras abuelas», añade el propietario. Ese recuerdo e inquietud hace que los burgaleses y visitantes elijan siempre ese sabor. Muchas de ellas sorprenden por sus particulares ingredientes y combinaciones, «la de mozzarella con chorizo a muchos les llama la atención», recalca Iván. Ese toque italiano del Aperol con la mozzarella junto con el calor del horno y el chorizo «crean una explosión de sabor y de cremosidad dentro de la boca», añade el dueño.

Los ingredientes de esta tapa son sobre todo de Castilla y León, «muchísimos de ellos burgaleses». Por ejemplo, la carne que usan para 'La Boloñesa' la compran al carnicero del barrio, los quesos que componen varias empanadillas, la traen desde Burgos, la cecina llega desde León y los embutidos son de Salamanca.

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«Intentamos que sea de la provincia o de la Comunidad Autónoma», destaca Iván. Los productos locales han cautivado a los gerentes de este local y aseguran que son los mejores para dar el servicio y la calidad que quieren, «por mucho que le queramos dar el toque y el maquillaje italiano, queremos que sea nuestro», recalca el propietario.

Aunque este aperitivo tenga diferentes sabores y elaboraciones previas, se hacen en el momento. Antes de servir y montarlas hay que juntar los ingredientes de las diferentes empanadillas, «unos días antes juntamos en tuppers enormes los componentes de cada empanada», declara Iván. Con esto lo que consiguen es que cuando un cliente pida una empanadilla, rápidamente ponga el relleno sobre la oblea y tras un minuto en el horno esté lista.

La preparación es rápida y sencilla, ya que el cierre y el horneado conllevan poco tiempo. La lucha por esta inmediatez ha hecho que los propietarios de este local adquieran un horno que está a más de 200 grados para que se consiga que, en menos de dos minutos, todas las empanadillas pedidas por los clientes salgan en el momento justo e idóneo para catar estas tapas tan populares.