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Desde hace casi tres años, tres drones sobrevuelan el cielo de Burgos para vigilar la ciudad. La Policía Local ha instaurado estas herramientas que realizan funciones de vigilancia, control y tareas a demanda de otros grupos del cuerpo, como la Unidad de Medio Ambiente o ... la Policía Administrativa.
Estos tres aparatos llegaron al cuerpo en julio de 2021, y la Policía Local de Burgos viajó hasta Valladolid para aprender cómo los empleaban otros cuerpos. Ahora cuenta con tres drones, uno para cada situación: el pequeño y veloz para controlar conciertos u otras actividades al aire libre, otro mediano con cámara térmica para las actuaciones que realizan por la noche y otro más grande, destinado a la reconstrucción de accidentes.
«Ahora mismo hay 13 pilotos» de dron en la Policía Local de Burgos, señala Juan Pérez, oficial de la unidad de drones, que está compuesta por tres agentes. Además, ellos también colaboran con la unidad de reconstrucción de accidentes, formada por otros dos efectivos que también manejan los aparatos.
Desde hace casi tres años, los drones son utilizados por la Policía Local de Burgos para una multitud de funciones. Controlan carreras ilegales, vertederos sin autorización o aglomeraciones, como los Sampedros, el día del Curpillos u otros conciertos. Sin embargo, para lo que «más se utiliza» es para reconstruir accidentes de tráfico, puesto que dos oficiales crean escenarios en 3D para averiguar las causas de lo ocurrido.
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Por otro lado, y al actuar a petición de otras unidades, también han llegado a controlar núcleos zoológicos ilegales, «sobre todo de galgos o animales de peleas», explica Pérez. Asimismo, la Policía Local utiliza los drones para vigilar a las aficiones en los partidos del Burgos CF declarados de alto riesgo y ha colaborado en la búsqueda de personas desaparecidas, como el conductor de autobús desaparecido en octubre de 2022, aunque no para la mujer desaparecida en la ciudad el domingo 17 de marzo.
Estos drones son capaces de sobrevolar Burgos hasta a 120 metros de altura y utilizan baterías que duran entre 20 y 25 minutos. Además, al utilizarlos los policías intentan evitar que lo hagan encima de personas y son controlados desde el suelo, cerca del lugar de actuación.
Sin embargo, antes de despegar, la Policía Local de Burgos realiza una serie de tareas para preparar estos vuelos, como pedir permiso para ocupar el espacio aéreo. Otras comprobaciones previas son la búsqueda del sitio de despegue y aterrizaje, que ha de ser alto para evitar interferencias, y un estudio de la climatología, puesto que con lluvia o viento fuerte los drones no pueden salir. Además, en invierno, debido a estas condiciones, se emplean menos los drones.
A la hora de realizar un vuelo, suelen acudir dos agentes: uno pilota el dron y otro vigila el entorno por donde vuela y otros elementos, como los posibles objetos que pueden hacer de pantalla. Un metal, un edificio o una colina pueden causar que se pierda la señal del dron. De todas formas, los drones cuentan con un sistema de retorno por si pierden esta señal.
Asimismo, el agente que no pilota también se encarga de avisar a otras patrullas a pie, por ejemplo, en el caso de que desde el aire rastreen que se está produciendo una pelea en un concierto al crearse un hueco muy rápidamente. «Estamos siempre muy muy cerca pero no se nos ve», comentan los agentes, que confirman que no ha habido ningún incidente con los drones ya que no vuelan encima de las personas.
«Las carreras son lo más espectacular por el vuelo rápido, la cantidad de gente que controlas...», comentan los agentes. En cuanto a la situación en el polígono industrial de Villalonquéjar, afirman: «Nos hemos dejado ver. Se redujo una temporada, ahora parece que quiere remontar». Aunque explican que gracias a los drones les es más fácil controlar este tipo de eventos ilegales. «A veces nos interesa que se identifique que hay un dron y que sepan que estamos».
Por otro lado, gracias a los drones la Policía Local de Burgos ha logrado cazar a un pirómano en la zona de Gamonal. Los agentes cuentan que le pusieron el dron encima de dónde se situaba cuando era de noche y lo «cazaron». Asimismo, los agentes especifican que los vídeos o fotos tomadas por los drones sólo se guardan si hay grabado un delito o es material útil para la reconstrucción de un accidente.
Por el momento, la unidad de drones y reconstrucción de accidentes de la Policía Local de Burgos cuenta con tres aparatos. Sin embargo, en el futuro aspiran a tener más herramientas de este tipo y aseguran que ya están mirando «modelos y precios».
Asimismo, y con la vista puesta en el futuro, planean adquirir drones con características más avanzadas para poder realizar denuncias directamente desde el aire. Lo emplearían en casos como las carreras ilegales o para visualizar acciones sancionables como conducir sin cinturón o usando el teléfono móvil.
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