Los cruces entre carril bici y calzada, foco de los accidentes con patinetes implicados

Manuel Leal, presidente de la asociación burgalesa de usuarios de VMP, afirma que su uso se ha incrementado exponencialmente y, con él, la siniestralidad vial. Sin embargo, matiza que no son accidentes ocasionados por un patinete, sino que en la mayor parte de los casos los sufre un patinete. En 2022, la estadística policial muestra 63 siniestros, con 45 heridos, de los cuales, 7 son graves.

Y el punto negro suelen ser los cruces entre carriles bici y calzada, pues no están bien diseñados. «Son muy peligrosos», insiste Leal, especialmente para los más vulnerables, que son los ciclistas y los conductores de patinete. En general, los usuarios de VMP critican la normativa burgalesa, la forma en la que están diseñados los carriles bici y la falta de educación entre los conductores.

«Hay un problema de seguridad», insiste. En la capital, el patinete debe ir por la calzada o por carriles bici, y ni a conductores ni a ciclistas les hace gracia. Así, muchos conductores de patinete dicen no sentirse seguros si van por la calzada, sobre todo los de baja velocidad, y no es raro que en algunas calles prefieran «jugarse una multa a jugarse un accidente», asegura Leal, yendo por la acera..

La solución es complicada y, los usuarios de VMP apuestan por ampliar los carriles bici, mejorando su diseño y cambiando los cruces. También por crear más carriles de 30 km/h para ir más seguros. Y critican la «incoherencia» que supone meterles por vías de 30km/ o 50 km/h obligándoles a ir a un máximo de 25 km/h. Todo ello sin olvidar seguir trabajando la concienciación ciudadana.

Por otra parte, la asociación no solo ha notado ese incremento de la siniestralidad (que suele afectar a los patinetes más pequeños, que sufren caídas, golpes y alcances). También que son objeto de mayores controles policiales, aunque en este caso afecta a los patinetes más grandes, aun cuando suelen ser los que llevan casco, mejor iluminación y más medidas de segruidad.

Sufren sanciones sin base normativa sólida al no existir reglamentos que regulen cuestiones como la iluminación. Manuel Leal explica que muchos conductores hacen modificaciones a sus patinetes, que de fábrica salen con lo básico, para aumentar su propia seguridad y la del resto de usuarios, pero eso no siempre se entiende así por parte de la Policía Local.