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Las diez noticias imprescindibles de Burgos este lunes 20 de enero
La ciudad debe diseñarse atendiendo a peatones y otras formas de movilidad más sotenible. PCR

Con 106 atropellos en Burgos los peatones insisten en «apostar por nuevas formas de movilidad»

La asociación Andando Burgos evalúa el balance de siniestralidad de 2022 en la capital, 3.000 accidentes de tráfico al año, un centenar de atropellos y cinco fallecidos, «es necesario darle una vuelta a la seguridad vial»

Jueves, 19 de enero 2023, 07:19

Con casi 3.000 accidentes de tráfico al año, un centenar de atropellos y cinco fallecidos, es necesario darle una vuelta a la seguridad vial. Cambiar el diseño de Burgos para recuperar el protagonismo del peatón, apostar por nuevas formas de movilidad y que la ... ciudad no esté concebida para los automóviles, cuya presencia debe reducirse, sino para los ciudadanos.

Andando Burgos vuelve a insistir en que la capital tiene que tomarse en serio la implantación de medidas de calmado de tráfico, que se han demostrado efectivas para reducir la siniestralidad. «Tenemos un problemón», afima Félix Martínez, el presidente del colectivo social, tras analizar la memoria anual que acaba de hacer pública la Policía Local.

Hay una tendencia que ni siquiera la pandemia ha conseguido frenar, apunta. En la última década, el número de accidentes de tráfico no ha bajado de los 2.000 en Burgos, y este pasado 2022 se registraron 2.954. Son «cifras muy elevadas», que dejan además 391 heridos, de cuya evolución nada se sabe, así que tampoco de las consecuencias que para ellos han tenido los siniestros.

La situación se agrava con los atropellos: 106 este pasado año, con cuatro fallecidos (el quinto fue un motorista que chocó contra una señal en Valentín Niño). La estadística tampoco baja del centenar en la última década, insiste Martínez, y la mayor parte de los atropellos se producen en pasos de peatones. «Es sistemático, así que algo está ocurriendo».

Y también algo hay que hacer, apunta Martínez. La apuesta de Policía Local por los pasos de peatones elevados y los radares se ve con buenos ojos por parte de Andando Burgos. Son «efectivos» porque obligan a bajar la velocidad. Eso sí, el presidente insiste en que los pasos de peatones deben concebirse pensando en el peatón, no en la utilidad para los vehículos.

Son además «buenos» para los ciudadanos dado que les permite mantener la altura de paso, y se les ve mejor. Los pasos elevados son solo una de las medidas de pacificación del tráfico que plantea Andando Burgos, que insiste en que todos los pasos de cebra deberían atender a los itinerarios peatonales preferentes, para evitar también comportamientos inadecuados.

Calles en zigzag y residenciales

Otras de las propuestas son reducir la anchura de las calzadas, reubicar las zonas de aparcamiento y diseños en zigzag, pues reducen la velocidad y dan más seguridad al peatón. También se debe ampliar el número de calles residenciales y la presencia de plataformas únicas, principalmente en los barrios, para evitar excesos de velocidad fuera de las vías principales.

Siniestros, no accidentes

Andando Burgos aprovecha la publicación de la memoria de la Policía Local para recordar que el término adecuado debería ser siniestro, y no accidente. «Un accidente es fortuito, algo que no se puede controlar», explica Félix Martínez.

Y el comportamiento de los ciudadanos, así como el diseño de una ciudad, son cosas que se pueden controlar. Y las políticas de prevención deben implementarse, en uno y otro sentido, así que en la mayor parte de los casos hay poca casualidad en los accidentes.

Martínez insiste en trabajar la concienciación, además del cambio de diseño de la ciudad, sobre todo entre los conductores. Se debe de dejar de «culpabilizar» al peatón y, además, entenderlo. Y eso es prioritario para los más mayores.

En los atropellos, las víctimas principales son mayores de 60 años, y Martínez apunta que se nos suele olvidar que pueden tener mermadas no solo las capacidades físicas sino también las mentales. Y que están en un entorno «hostil», diseñado por los más jóvenes y productivos.

Si bajar la velocidad a 30 km/h es efectivo, pues reduce la siniestralidad y la gravedad de los accidentes, también lo es apostar por calles a 20 km/h en zonas residenciales. Estas medidas, junto con una mejora de la iluminación nocturna, por ejemplo, sirven más para reducir los atropellos que otras como los pasos de peatones inteligentes, que crean una dinámica contraproducente.

Félix Martínez afirma que esa solución, por la que está apostando el área de Tráfico del Ayuntamiento, educa a los conductores para que paren en los pasos cuando se iluminan la señales, de modo que en pasos sin señalización luminosa se acostumbran a no parar. Y la reeducación de los conductores es imprescindible, pero debe de ir en otra dirección.

El resumen es hacer una ciudad por y para el peatón, y no por y para los automóviles, insiste. Un diseño que les priorice y favorecer formas alternativas de movilidad. Desde Andando Burgos esperan que en 2023 se implementen este tipo de medidas, aunque advierten de que estamos en una carrera de fondo, que exige que los descenso de la siniestralidad se consoliden año tras año.

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