Crece un 16% el consumo de agua en las fuentes públicas de Burgos

De acuerdo a los datos facilitados por la empresa pública Aguas de Burgos, a lo largo del pasado ejercicio se consumieron 12.962 metros cúbicos de agua servido a través de alguna de las 332 fuentes instaladas a lo largo y ancho de la ciudad. O lo que es lo mismo, 12,9 millones de litros. Se trata de un 16,6% más que en 2021, cuando se contabilizó un consumo de 11.114 metros cúbicos.

Ese es, al menos, el consumo estimado, toda vez que sólo la mitad (166) de las fuentes de consumo de la ciudad contaban a finales de 2022 con un contador mecánico instalado. Así, para analizar el consumo total, la sociedad de Aguas calcula el consumo medio por fuente (39 metros cúbicos en vez de 33) y lo extrapola al total de fuentes.

En este sentido, el gerente de la sociedad, Antonio García, explica que durante los últimos años se ha procedido a la instalación de contadores en numerosas fuentes públicas. Así, en 2022 se colocaron dichos aparatos en otras 15, aprovechando en muchas ocasiones la reposición de la propia fuente por una nueva. Y a lo largo de 2023 se ha seguido con esta política con el objetivo de tener contadores en todas y cada una de las fuentes de la ciudad en «uno o dos años».

Y no son pocas. De hecho, desde 2016 se han instalado 33 fuentes en diferentes puntos de la ciudad, lo que supone un aumento del 10% del total. Además, muchas de ellas responden a diseños accesibles para personas con movilidad reducida y facilitan, incluso, el consumo de agua por parte de mascotas al ofrecer un caño más bajo.

A este respecto, García asegura que Burgos es un referente en este sentido, y no sólo por la calidad del agua, que también, sino por la calidad y extensión de la red de fuentes públicas. De hecho, el diseño tradicional de 'fuente isabelina', con pedestal de piedra y pulsador en el suelo ha sido estudiado por otras ciudades. «Son las fuentes más eficientes», ya que «al levantar el pie del pulsador se corta el agua», evitando así su pérdida. Además, son más higiénicas, ya que «no es necesario tocar el caño con las manos».

Sí que queda camino por recorrer en el ámbito de la monitorización del consumo. Así, y más allá de la instalación de contadores mecánicos, sobre la mesa hay varios proyectos destinados a mejorar dicha monitorización a través de la digitalización de todo el ciclo integral del agua. De momento, la empresa pública ha recibido 7,8 millones de euros de fondos europeos para tal fin y ya se está trabajando en otros frentes similares.

Con todo, el incremento del consumo de las fuentes 'de boca' no alcanza, ni de lejos, el aumento del consumo de las fuentes ornamentales de la ciudad, que durante el pasado ejercicio se disparó un 68,23% hasta los 37.838 metros cúbicos.

En este caso, la estimación se efectúa teniendo en cuenta que 37 de las 44 fuentes ornamentales de la ciudad cuentan con contador de la sociedad de Aguas, aunque no sea la encargada de su gestión.

Con esos datos sobre la mesa, por cada litro que los burgaleses beben de una fuente pública, las fuentes ornamentales consumen tres. En total, entre los dos ámbitos, la sociedad municipal calculó el año pasado un consumo de 50.800 metros cúbicos de agua, un 51,1% más que el año anterior.

Un incremento sustancial, sin duda, pero que no hace que el peso de las fuentes dentro del consumo total de la ciudad varíe de manera significativa. Y es que, tal y como apunta García, Burgos capital consume aproximadamente 20 hectómetros cúbicos de agua al año. Esto es, 20 millones de metros cúbicos.