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El cumplimiento «deficiente» del convenio por parte del San Juan de Dios, una situación «enquistada» que no se ha conseguido resolver tras semanas de negociaciones, y la oferta «altamente insuficiente» de la orden religiosa ha llevado a la Junta de Castilla y León a ... plantear la rescisión del convenio con el hospital de Burgos. Aseguran que han hecho todo lo posible para mantener el convenio pero se ven «abocados» a rescindirlo.
Así lo ha explicado este jueves el gerente regional del Sacyl, Manuel Mitadiel, que ha comparecido para dar a conocer la decisión de la Junta, que fue comunicada a primera hora de la mañana a la orden hospitalaria. Mitadiel ha insistido en que se ha valorado la experiencia y la calidad del San Juan de Dios, que ha prestado un servicio importante y ha sido «muy útil» para la sanidad pública. Sin embargo, en los últimos tiempos la atención prestada ha sido «deficiente».
Con datos en la mano, el convenio no se está cumpliendo. En cuanto a intervenciones quirúrgicas, la actividad de 2020 fue inferior al 50% y la situación no ha mejorado este primer trimestre del año, con solo 215 operaciones de las 592 comprometidas. Además, la ocupación de camas no ha superado la cifra de 40, cuando el convenio prevé la utilización de 80, y las estancias del primer trimestre han sido 3.321, lo que anualmente supondrían 13.284, el 61% de lo previsto.
Además, el gerente del Sacyl ha asegurado que no se ha podido avanzar en una negociación que ha acabado «enquistada», pese a las propuestas realidadas por la Junta ante las peticiones de la orden religiosa de incrementar las aportaciones económicas (que se elevan a 5,3 millones) para evitar pérdidas anuales de un millón. «Hemos hecho todo lo que está a nuestro alcance para que esta situación no se produjera pero no se puede hacer otra cosa», ha aseverado Mitadiel.
Por su parte, el gerente del Hospital Universitario de Burgos (HUBU), José María Romo, ha explicado que la mejor oferta que puede hacerles el San Juan de dios «es altamente insuficiente». Es más, el centro hospitalario «tiene una capacidad muy limitada», ha admitido, condicionada en muchos casos por limitaciones también de plantilla, y el convenio limita a su vez la capacidad del HUBU para suscribir otros convenios de refuerzo.
El gerente del HUBU ha explicado cuáles son las razones por las que en el San Juan de Dios no han podido cumplir con los compromisos del convenio, y que no están directamente relaciondas con el hecho de que el hospital público no les derive pacientes.
José María Romo ha reconocido que los pacientes prefieren ser atendidos en el HUBU antes que en el San Juan de Dios, por eso rechazan las derivaciones en intervenciones pese a las listas de espera. Sin embargo, también tienen problemas con el centro hospitalario, que devuelve intervenciones.
En algunos casos por la dificultad de las mismas, ha apuntado, y en otros porque no dispone de personal suficiente y tiene que reprogramar la atención. La escasez de plantilla ha sido siempre un problema, reconocen desde Sacyl, que limita la capacidad del San Juan de Dios. En estos momentos, la plantilla total es de 90 personas, cuyo futuro laboral pende de un hilo.
Por todo ello, la Junta ha planteado la rescisión del convenio aunque Manuel Mitadiel ha asegurado que tienen «absolutamente garantizada la atención a los pacientes del San Juan de Dios». Y para ello Sanidad cuenta con la planta H-7 del HUBU, una planta de reserva, destinada inicialmente a patologías infecciosas y que es la que ha venido acogiendo a los pacientes covid-19 desde el principio. Fue la primera en ocuparse y, en teoría, es la última en desocuparse.
También pone a disposición de los pacientes de paliativo la planta habilitada para covid-19 en el Hospital Divino Valles, y diez camas a mayores. Mitadiel ha explicado que están «madurando» la petición de la Plataforma por la Sanidad Pública de Burgos para destinar el Divino Valles a centro de atención geriátrica, de paliativos y cuidados de media y larga estancia. A corto plazo no se hará, pero ha reconocido que a medio plazo hay que darle contenido al hospital y, de momento, se ofrece para paliativos.
El gerente regional de Sacyl afirma que tienen capacidad para atender a los pacientes que actualmente se derivan al San Juan de Dios. En paliativos, suelen ser entre cinco y diez, pero incluso con los datos del año de mayor actividad, el 2019, el sistema público contaría con un «margen muy amplio» pues le quedarían libres el 30% de las camas habilitadas.
Ahora mismo, en el San Juan de Dios hay entre 30 y 35 pacientes, de diferente tipología, pero Mitadiel ha recordado que la rescisión del convenio no es de hoy para mañana, y que se haría una reorganización «progresiva». Eso siempre y cuando la orden hospitalaria acepte rescidir el acuerdo, pues con la prórroga aprobada en diciembre, podría mantenerse durante dos años, eso sí, con las cuantías hasta ahora pactadas.
El brote de covid-19 que sufrió semanas atrás el San Juan de Dios también ha deteriorado de las relaciones con Sacyl. José María Romo ha reconocido que «hubo resistencia» a reconocer la gravedad del brote, que llegó a implicar a 48 personas, entre pacientes, personal y entornos de ambos.
De hecho, la propia dirección del San Juan de Dios reconoció una afección mucho mayor y, además, fueron los servicios de prevención del HUBU los que tuvieron que acudir para organizar un plan de contingencia, ha explicado el gerente.
Allí se tuvo que delimitar zonas limpias, sucias e intermedias, y se pudo constatar que no contaban ni con personal ni con equipos de protección suficientes.
Además, Manuel Mitadiel ha admitido que el San Juan de Dios «no ha respondido a las necesidades» del Sacyl cuando ha habido picos de la pendemia, así que eso les ha llevado a tomar una decisión encaminada a que el sistema público de salud sea «autosuficiente».
Manuel Mitadiel recuerda que se aprobó la prórroga de dos años con el compromiso de darse tres meses para analizar la situación. La orden hospitalaria pedía una revisión al alza de los pagos y la Junta no estaba dispuesta. Ahora, tras dar por concluidas las negociaciones, Sanidad plantea la rescisión pero si el San Juan de Dios no la acepta, tendría derecho a seguir prestando el servicio durante dos años más.
La rescisión del convenio con el San Juan de Dios va a suponer que Sanidad tenga que hacer desembolsos económicos por otra parte. En primer lugar, habrá que aumentar el canon que se paga a Eficanza por el uso de la planta H7, que se ha mantenido cerrada hasta la pandemia de la covid-19. Se paga por ingresos y estancias y, con una planta más, hay más ingresos y estancias, ha apuntado Romo.
Además, habrá que reforzar el personal del HUBU pues tendrá que hacerse cargo de una planta más, que cuenta con 40 camas. Sin embargo, las opciones de contar con el personal actual del San Juan de Dios son limitadas, pues Mitadiel ya les ha comentado que para acceder al sistema público hay que hacerlo siguiendo el procedimiento ordinario, y que lo más que puede intentar es proponer que se valoren sus méritos y su experiencia en el sector sanitario asistencial.
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