3.000 firmas para exigir destinar el Divino Valles a geriatría y cuidados paliativos

Juan Antonio Ayllón, portavoz del colectivo, recuerda que el Divino Valles está «desaprovechado». Cuenta con ocho quirófanos y capacidad para 240 camas y, en lugar de utilizarlo, la Consejería de Sanidad está externalizando servicios a través del San Juan de Dios o apoyándose en el Hospital Recoletas, cuando ha sido necesario reforzar las cirugías a consecuencia de la covid-19.

Además, la pandemia «ha dejado al descubierto la desatención sociosanitaria de nuestros mayores», apunta Ayllón, que defiende que a la plataforma le sale la «ecuación» para impulsar este proyecto. «No sabemos el coste, pero no creemos que sea caro, como dice Sanidad». Ahora, mantener el Divino Valles le cuesta a la administración 800.000 euros anuales, una cantidad a la que hay que sumar el convenio con el San Juan de Dios, que la orden hospitalaria quiere elevar a un millón de euros.

Ayllón insiste en que Burgos necesita un recurso sanitario de estas características, que existe en otras provincias pero que aquí se ha ido cubriendo, históricamente, con el San Juan de Dios o, directamente, sin atención alguna a los mayores. Además, la plataforma considera que el convenio con la orden hospitalaria no tiene justificación, no resuelve los problemas con las listas de espera y es «sencillamente una subvención».

De ahí que, en vísperas de que se cumpla el plazo de tres meses que se dieron Junta y orden hospitalaria para negociar un nuevo convenio, la Plataforma por la Sanidad Pública entregue las firmas recogidas. Han parado la campaña, que iniciaron a mediados de febrero, pues consideran que no hay tiempo que perder. Y el brote de covid surgido en el San Juan de Dios ha sido la gota que ha colmado el vaso, pues se ha gestionado con poca transparencia.

La plataforma tiene claro que «van a dar guerra» para conseguir que el Divino Valles se convierta en ese centro de cuidados de media y larga estancia y atención a crónicos. Ahora todo queda en manos de los políticos, que aprovechen o no la oportunidad que ofrece la caducidad del convenio con el San Juan de Dios. Para el colectivo está claro que este es el mejor momento para la iniciativa, que consideran que cuenta con el respaldo de la sociedad burgalesa.