La positividad cae por debajo del 10% en Burgos, que mantiene 1.077 casos por 100.000 habitantes

De este modo, la evolución epidemiológica tiene sus claroscuros en Burgos. La incidencia acumulada se mantiene por encima de los 1.000 casos por 100.000 habitantes en catorce días. En concreto, este sábado se sitúa en 1.077 casos, con una mejoría con respecto al inicio de la semana, cuando eran 1.342 casos. Sin embargo, estamos lejos de la incidenica que presentan el resto de provincia de la región, todas ellas por debajo de los 800 casos y aproximándose a un escenario que permitiría aliviar restricciones la próxima semana.

Así lo ha vuelto a recordar este sábado el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco. El modelo a seguir es Ávila y Segovia, donde se han levantado restricciones sobre el cierre de hostelería, centros comerciales y gimnasios. Pero en estas provincias la incidencia acumulada a catorce días estaba por debajo de los 400 casos y habrá que ver qué provincias cumplen el requisito la próxima semana. Y un indicativo que nos puede servir de orientación es la incidencia acumulada a siete días.

Salamanca, que ya tiene 431 casos por 100.000 habitantes a catorce días, presenta una incidencia a siete de 171 casos. Buenas previsiones también para León y Soria, cuya incidencia a siete días está por debajo de los 300 casos por 100.000 habittantes. Y algo más justas van a estar Valladolid, Zamora y Palencia, que superan los 300, aunque no por mucho. Si la evolución sigue así de positiva, es posible que la mayoría (si no todas) puedan seguir los pasos de Ávila y Segovia.

Pero Burgos lo tiene más complicado, pese a que la incidencia a siete días ha bajado. Al principio de la semana se registraban 609 casos por 100.000 habitantes. Ahora son 456, es una importante caída que se ha ralentizado en la última jornada. El dato anima a la esperanza pues, de mantenerse, pronostica un destacado descenso de la incidencia acumulada a catorce días, pero todavía estamos lejos de conseguir bajarla a 500 casos, por ejemplo. Eso sí, tenemos otros datos positivos.

Por ejemplo, la positividad ha caído por debajo del 10%. En concreto está en el 9,67%, esto hace que este indicador rebaje el nivel de riesgo, lo mismo que la trazabilidad, que ha aumentado al 44% (un riesgo medio). El resto de indicadores se mantienen en riesgo muy alto, no solo la incidencia acumulada, sino también la ocupación hospitalaria y de camas UCI. Esta última se mantiene en el 20,34% en cuanto a ocupación por pacientes covid (35 de los 54 ingresados en Cuidados Intensivos).

Serán todos estos indicadores, poniendo especial atención en la incidencia acumulada, los que observará la Junta para tomar decisiones en la próxima semana. Mientras, en Burgos crece la inquietud ante la disparar evolución de la pandemia en función de zonas y municipios. La capital mantiene una alta incidencia, de 1.429 casos por 100.000 habitantes, aunque en descenso y con una positividad del 8,2% (cuando ha llegado a estar al 30%) y una trazabilidad del 43%.

No obstante, la situación en Miranda de Ebro es mucho mejor, pues su incidencia a catorce días está en 351 casos por 100.000 habitantes (y a siete días, en 115). Y en Aranda de Duero han mejorado esta semana, pasando de una incidencia de 913 a 672 casos por 100.000 habitantes en catorce días, y una incidencia a siete días de 237. Con estos registros, las restricciones se podrían aliviar, pero si la Junta solo toma como referencia el ámbito territorial de la provincia, sus buenos datos no servirán.