La covid-19 provoca el 14 por ciento de las muertes del primer semestre en Burgos

En 2016 la provincia de Burgos registró 1.616 muertes de enero a mayo, en 2017 fueron 1.754, en 2018 ascendió a 1.800 y en 2019 se situaron en 1.1710. La suma de estos años nos da una media de 1.720 muertes en la primera mitad del año. Por ello, las 2.141 muertes que se han registrado de enero a mayo por el INE en Burgos suponen un aumento de la mortalidad del 24 por ciento.

Estos datos también señalan que, en los seis primeros meses de 2020, en la provincia burgalesa 303 personas murieron por covid-19, lo que supone el 14,15 por ciento del total de decesos. Si tenemos en cuenta también a las 150 personas que fallecieron con sospecha de covid-19, el porcentaje de los fallecimientos con covid-19 y con sospecha aumenta hasta el 21,16 por ciento.

Estos datos que el INE ha ofrecido este 2020 de forma extraordinaria, los datos de mortalidad provisionales se ofrecen al final de año y los definitivos se comunican a año vencido, arrojan luz sobre las muertes por covid-19 que se han registrado en los hogares burgaleses. Esos fallecimientos que no se producían en hospitales, esos otros que había sospecha pero no confirmación de covid-19 y esas otras causas de muerte que la pandemia ha acelerado.

La Consejería de Sanidad ha ofrecido datos diariamente, desde que se declaró la pandemia, de las personas con covid-19 que fallecían en hospitales y residencias. En estas cifras, los datos aportados por el INE difieren en las residencias de ancianos. De enero a mayo la Consejería de Sanidad había comunicado 210 muertes con covid-19 confirmada en los hospitales burgalesas, cifra que el INE aumenta a 214.

En cambio, en las residencias de ancianos de la provincia, la Junta de Castilla y León había comunicado a fecha del 1 de junio 171 decesos con covid-19 confirmado, cifra que el INE deja en 80 muertes en residencias sociosanitarias. Hay que tener en cuenta que, en el caso de los datos de la Consejería de Sanidad, estas 171 muertes de residentes pudieron ocurrir en el hospital o en el mismo centro residencial, pero se sumaban todas en el apartado residentes fallecidos con covid.

En total, el INE contabiliza 303 muertes en la provincia de Burgos, de enero a mayo, con covid-19 confirmada mediante una prueba diagnóstica. A estos 303 fallecimientos hay que sumar los 150 decesos con el virus no identificado pero con sospecha de padecerlo. En total, 453 muertes relacionadas directamente con la covid-19 en el primer semestre de 2020. Fuentes del INE señalan que esas definiciones atienden a directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS), «solo se puede registrar oficiamente con covid si hay prueba pero la mayoría de los identificados como sospechosos tendrían covid, aunque no pueden entrar en la anterior categoría».

A las 214 personas que fallecieon en estos meses en hospitales con covid-19 confirmado y a las 80 que lo hicieron en residencias, según los datos del INE, hay que sumar cinco personas que murieron en su domicilio con covid-19 diagnosticado, otra personas más falleció en otro lugar y en otros tres casos no consta el lugar. Así se alcanza la cifra de 303 personas fallecidas con covid-19 en Burgos de enero a mayo.

A estos 303 vecinos de la provincia que fallecieron con covid-19 confirmado hay que sumar 150 decesos con sospecha de padecer la enfermedad. 44 personas murieron en los hospitales burgaleses sin tener el virus identificado pero con sospecha, otras 87 lo hicieron en las residencias. Por su parte, 16 personas murieron en sus casas con sospecha de padecer covid-19, uno más lo hizo en otro lugar y en otros dos casos más no consta el lugar de la muerte.

En este caso, para la provincia de Burgos, estos datos que ofrece el INE, aclaran principalmente esos decesos producidos en los hogares. La Consejería de Sanidad actualiza diariamente el número de fallecidos en hospitales pero en las primeras semanas de pandemia, la gente se preguntaba qué estaría ocurriendo en los hogares. De estos datos también se extrae otra conclusión, la covid-19 ha provocado muertes pero también ha acelerado los decesos por otras patologías. Ese aumento del 24 por ciento en mortalidad no solo se debe a las muertes por covid-19, también influye que la enfermedad ha acelerado la muerte por otras enfermedades (falta de diagnótico, tratamiento o agravamiento de síntomas).