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El doctor Jiménez con su pancarta a las puertas del centro de salud Los Cubos. BC
«Si la mañana empieza con 50 pacientes, a lo largo del día se suman 10 seguro»

«Si la mañana empieza con 50 pacientes, a lo largo del día se suman 10 seguro»

Juan José Jiménez, médico del centro de salud de Los Cubos, pone voz a la situación de saturación que viven los sanitarios de Atención Primaria | Sus jornadas laborales se extienden hasta las diez de la noche para atender a todos sus pacientes, telefónica o presencialmente

Viernes, 13 de noviembre 2020, 08:31

Son las diez de la noche. Juan José Jiménez sale del Cen tro de Salud de Los Cubos, donde lleva ejerciendo como médico de familia durante casi cuarenta año. No es que le haya tocado pasar consulta por la tarde. De hecho, lleva trabajando desde ... las ocho de la mañana. Ha atendido a alrededor de 60 pacientes, entre consulta presencial y telefónica. Es la media a la que se enfrentan a diario los profesionales de Atención Primaria, que se encuentran desbordados mientras tratan de atender todas las demandas ciudadanas.

Se trabaja con agendas abiertas. Paciente que solicita consulta, y no es demorable, se le atiende. Lo mismo que al que se presenta de urgencia en el centro de salud. «Si la mañana empieza con 50 pacientes, a lo largo del día hay 10 más, seguro», afirma Juan José Jiménez. En Atención Primaria están atendiendo ahora al doble de pacientes que antes de la pandemia, con los mismos recursos o incluso menos A las consultas ordinarias se le suma toda la tramitación de la covid-19: declaración de la enfermedad, bajas y altas, seguimientos...

Y son muchos, recuerda Jiménez. Además, siempre aparecen pacientes con cuadros urgentes, hay que revisar tratamientos, responder a demandas de Enfermería... así que las citas se van acumulando mientras pasan las horas. Y todo sin contar con que el médico tenga que salir a una visita a domicilio. Como consecuencia, jornadas maratonianas que empiezan a las ocho de la mañana y acaban a las diez de la noche, cuando se cierra el centro de salud, una vez ha acabado su tarea el servicio de limpieza.

Centro de Salud Los Cubos. GIT

«Los recursos son muy limitados»

En el Centro de Salud de Los Cubos se cuenta, oficialmente, con nueve médicos de Atención Primaria, entre los que se encuentra Juan José Jiménez. Sin embargo, desde junio siempre hay un par de médicos de vacaciones o libranza y alguno de baja, así que la plantilla diaria es de seis médicos (e incluso algún día de cinco).

«La situación está desbordada y los profesionales, muy quemados», reconoce Blanca Delia de Román, la coordinadora del centro de salud. La falta de personal no es algo nuevo, sin embargo, antes de la crisis los médicos se iban cubriendo unos a otros. Ahora, es imposible y el trabajo se acumula. «Vamos cada vez a peor».

Se pueden acumular 80 consultas en una jornada, así que no queda otra que hacer llamadas por la tarde. Y la atención telefónica requiere de una gran habilidad y destreza, reconoce, pues hay que ser capaz de hacer un buen diagnóstico sin ver al paciente. Si lo conoces, es más fácil, admite el doctor Jiménez, pero siempre se pierde la comunicación no verbal, que a veces dice más que las palabras.

Además, De Román afirma que tienen problemas para contactar con algunos pacientes, que no cogen el teléfono, que tienen varios números, o que el número que tiene Sanidad está equivocado. Y entre unas cosas y otras, se reciben muchas quejas de los pacientes, «injustas» porque se lanzan contra los profesionales que más no pueden hacer. «No es satisfactorio y no tenemos ningún tipo de recompensa», afirma la coordinadora.

Eso sí, Juan José Jiménez afirma que se ha notado un cambio en la actitud de algunos pacientes desde que se hizo pública su carta de queja. «Las enfermeras me dicen que se nota mayor sensibilidad, más comprensión y empatía con el personal sanitario», y es que Jiménez nos ha demostrado cuál es el grado de saturación de la Atención Primaria, más allá de cifras.

«Estamos al 200% y quieren que lo hagamos en el mismo tiempo que los 30 pacientes», se lamenta Jiménez, quien califica la situación de «abuso, una forma de esclavitud». Los médicos trabajan bajo mucho estrés, con riesgo de acabar con el síndrome del quemado, desarrollando un distanciamiento afectivo de sus pacientes. Las consultas están al borde del colapso. Los pacientes a los que no se les puede llamar hoy, se les llama mañana o pasado, salvo que su consulta no sea demorable.

Juan José Jiménez destaca las bondades de la atención telefónica, pues es la que está evitando que los pacientes se amontonen en las salas de espera mientras se retrasan las citas. Por teléfono, se contacta con el paciente allá dónde esté. «Tenemos unos medios maravillos que hay que aprovechar, no tiene por qué estar la gente desatendida», insiste, y es que Jiménez llama a sus pacientes, les escucha y, si es necesario, les manda pasar por la consulta, sea la hora que sea.

Aun así, Jiménez califica de «terrible» y «excesiva» la situación que viven, y así se lo ha hecho saber a través de una carta a la Gerencia de Atención Primaria, que tiene que enfrentarse a esta situación en todos los centros de salud de Burgos. Ante su queja, que se conoció públicamente la semana pasada, la Gerencia lo primero que intentó fue «quitarle de en medio». Se le ofreció un puesto semigerencial, admite Jiménez, que rechazó porque no es su estilo. «A mí me gusta la medicina de familia».

Y es que Juan José Jiménez es médico de familia por vocación, pues podía haber optado por cualquier otra especialidad, pero lleva desde los 22 años dedicándose a esta medicina, que sabe poco de muchas cosas. «Tengo 63 años y no me quiero jubilar en otra cosa que no sea esto», insiste, y en un centro de salud que no sea Los Cubos, donde lleva 39 años y se encuentra muy a gusto y seguro (lo mismo que sus pacientes con él).

Otra de las justificaciones que le dieron ante esta situación que vive, que es consecuencia directa de la falta de profesionales pues no solo no se pueden ampliar plantillas sino que además los compañeros suplen bajas, descanso o vacaciones, es que se «apañe» con lo que tiene y lo que hay. «Y que lo importante es la cantidad y no la calidad, y yo me niego radicalmente». La atención al paciente no debe ir al peso. «No es como hacer tornillos, el paciente espera a su médico», apunta.

La sobrecarga de trabajo en Atención Primaria recae sobre los profesionales, que ya están trabajando al 200% sin compensación alguna. Solo recompensan si doblas esa jornada ya doblada, si vuelves a hacer el 200%, si sacas toda tu jornada por la mañana y la doblas por la tarde. Un abuso. Y una situación que no viven compañeros de comunidades próximas, como el País Vasco, donde se cuenta con más plantilla, así que la presión asistencial es menor.

Y donde un médico puede ganar 12.000 euros más que en Castilla y León por hacer el mismo trabajo. «En el País Vasco se pagan 200 euros más que en Castilla y León por cada paciente al año, 400 más que en Andalucía», comenta Juan José Jiménez. «No es lógico que exista este reino de taifas» en España, esta desigualdad entre regiones. De ahí la pancarta con la que ha ilustrado su movilización: falta un médico de Atención Primaria por cada cuatro pero sobran 16 políticos y sindicalistas por cada 17.

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