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El Hospital San Juan de Dios de Burgos ha salido al paso de las acusaciones de incumplimiento y «atención deficiente» con las que la Gerencia Regional de Sacyl ha justificado su petición de rescisión del convenio. Una semana después de la comparecencia de ... Manuel Mitadiel, la orden hospitalaria ha salido con datos que, insisten, demuestran no solo que cumplen el convenio sino que además lo hacen de manera satisfactoria para los pacientes.
«Podemos acreditar que el nivel de cumplimiento ha sido prácticamente total», ha apuntado el director general de Centros, Francisco Muñoz, insistiendo en que cuentan son recursos suficientes para atender la actividad convenida y la oferta (atención a pacientes de media y larga estancia y paliativos) es la acordada, en la que no se ha incluido nunca la atención covid porque no están preparados para ello.
Muñoz ha reconocido que han sido ellos los primeros sorprendidos tras recibir la comunicación del Sacyl solicitando la rescisión del convenio. Llegó enl 15 de abril, cuando se suponía que estaban negociando, porque Sanidad no había respondido a la propuesta de ampliación de servicios solicitada, con la correspondiente valoración económica. Se remitió el 25 de marzo, se pidió de nuevo contestación el 13 de abril y lo que llegó, dos días después, fue la rescisión.
«Estamos dispuestos a seguir hablando», ha asegurado Muñoz, entre otras cosas porque, de lo contrario, el futuro del San Juan de Dios estaría comprometido. «Si se rescinde el convenio con Sacyl, las posibilidades de continuar abiertos son mínimas», ha indicado, aunque sin querer comprometer un reconocimiento de que el centro hospitalario tendría que cerrarse, tal como sí se anunció a finales de año.
La negociación del convenio entre Sacyl y el Hospital San Juan de Dios, en la que este último planteaba una refinanciación para acabar con la situación de déficit permanente, ha incluido la elaboración de un proyecto de ampliación de servicios que llevaría aparejada una financiación de 8,6 millones de euros.
Se trataría de ampliar en intervenciones de cataratas, rehabilitación, unidad del dolor, ecografías, endoscopias digestivas y servicios de oftalmología y dermatología. Con mayor financiación, el hospital se comprometía a hacer una nueva inversión y contratar personal, pero Sanidad no ha respondido a la propuesta, que se envío en respuesta a su propia petición.
Y en la misma situación estarían si se mantiene el convenio en las condiciones actuales de financiación, pues sufren un «déficit continuo» desde hace años. La orden hospitalaria solicitaba aumentar en un millón de euros el convenio actual, valorado en 5,3 millones anuales, para mantener los servicios como hasta ahora. De lo contrario, también es inviable mantener el convenio.
El director general insiste en que quieren que se cumplan los acuerdos y, a finales del pasado año, Sacyl se comprometió a negociar un nuevo convenio. Para ello, se aprobó la prórroga de dos años del vigente y se dieron tres meses de margen. Eso se han cumplido pero Sacyl, a juicio de la orden hospitalaria no ha cumplido. No saben qué ha pasado durante este tiempo que justifique este cambio de actitud, afirman.
En principio, Sacyl no puede rescindir el convenio de manera unilateral pues está vigente la prórroga de dos años. En la práctica, Francisco Muñoz admite que la «prórroga implica un déficit elevado que no se puede mantener», es decir, que obliga al San Juan de Dios a cumplir con el convenio sin aumentar la financiación, lo cual es inviable. Por ese motivo, la apuesta de la orden sigue siendo la negociación y si el Sacyl se niega, no habría más alternativa que rescidir el convenio y ver qué pasa con el hospital.
A esta última situación no han llegado. De hecho, ni siquiera han contactado con la Junta para pedir continuar con las negociaciones. «Como nos ha causado tanta sorpresa estamos un poco asimilándolo». Francisco Muñoz espera resolver el conflicto lo ants posible. «Nos gustaría que pudiera solucionarse la semana que viene, pero es bastante imposible», admite, aunque tampoco se marcan un plazo.
Tanto Francisco Muñoz como Juan Francisco Seco, el gerente del Hospital San Juan de Dios en Burgos, han presentado los balances de los últimos años para demostrar que, pese a lo denunciado por Sacyl, están cumpliendo con los acuerdos. Seco ha explicado que, en 2019 y 2020, se ha operado al 98% de los pacientes derivados, recordando que la gestión de derivación le corresponde al HUBU, que decide a quién derivar.
El Hospital San Juan de Dios también está muy molesto por la actitud del HUBU ante el brote de covid sufrido el pasado marzo. «Es absolutamente falso que no se quisiera reconocer el brote», ha explicado el gerente, quien ha acusado a Romo de tomar decision unilaterales y en contra del criterio del propio hospital.
Se decidió dejar a los pacientes covid en el San Juan de Dios, en lugar de derivarlos al HUBU, quedándose en la misma unidad que otros pacientes, aunque sectorizados. Esta decisión tuvo como consecuencia que «se bloquease» el hospital, sin poder admitir nuevos pacientes ni realizar intervenciones.
Además, Juan Fracisco Seco niega que no se cuente con personal o equipos de protección suficidentes y recuerda que, en el segundo cribado realizado, se demostró que el número de pacientes y trabajadores contagiados era menor al inicialmente comunicado.
En el San Juan de Dios no tienen constancia de que los pacientes, como explicaba José María Romo (gerente del HUBU), rechacen ser derivados pero, aún así, si no se llega al cupo del convenio porque el HUBU no deriva eso no significa que ellos incumplan el convenio, insiste Seco. Además, sus registros muestran una alta satisfacción de los usuarios que pasan por las instalaciones del Paseo de la Isla, y en los dos últimos años solo han recibido 32 reclamaciones, frente a los 250 agradecimientos.
Sobre los recursos a disposición del HUBU, Francisco Muñoz afirma que se tuvieorn 81 camas en 2019 y 68 en 2020, con una ocupación real que no superó el 80%. Quedaron pendintes más de 5.000 estancias, lo que habría permitido atender a 200 pacientes. Y solo han tenido 45 camas el pasado verano, cuando se dio vacaciones a los trabajadores. Además, en cuento a estancias, en 2019 se superó lo conveniado.
Por todo ello, el San Juan de Dios considera cumplido el convenio y rechaza las justificaciones de Sanidad. También lamenta que no hayan ejercido su derecho a inspeccionar o controlar el servicio, como recoge el acuerdo. Y recuerdan que son una organización sin ánimo de lucro, en referencia a los acuerdos suscritos en otros centros hospitalarios para refuerzo en la pandemia, que se llevaron 900.000 euros el pasado año.
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