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Las diez noticias imprescindibles de Burgos este martes 21 de enero
La presión hospitalaria se ha duplicado en apenas dos semanas en Burgos. EFE
Coronavirus en Burgos

La presión hospitalaria de Burgos, en niveles cercanos al pico de la primera ola de la covid

En Burgos permanecen ingresadas 235 personas en planta, una cifra similar a la registrada apenas dos días antes del pico máximo de la primera ola | La presión está incrementándose a un ritmo menor, pero de manera paulatina | 35 personas están en la UCI del Hospital Universitario

Miércoles, 4 de noviembre 2020, 08:05

La segunda ola de la pandemia de la covid-19 avanza imparable en España en general y Burgos en particular. Diariamente se notifican cientos de nuevos contagios y los brotes activos continúan en cifras muy elevadas. Sin embargo, el dato quizá más relevante para hacer ... comparaciones más o menos precisas entre la primera y la segunda ola es el de la presión hospitalaria. Y la fotografía de situación no es precisamente halagüeña.

De acuerdo a los datos ofrecidos diariamente por la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León, ayer permanecían ingresados en planta de alguno de los tres hospitales de la provincia un total de 235 pacientes con covid. Se trata de una cifra comparable a la registrada a finales de marzo, en pleno estallido de la pandemia. De hecho, el máximo de ingresados se registró en la provincia el pasado 29 de marzo, con 274 pacientes. Los datos de ayer sitúan la tendencia en la horquilla situada entre el 26 y el 27 de marzo, es decir, dos o tres días antes del pico máximo de aquella ola.

Algo similar ocurre con la estadística hospitalaria de la unida de críticos (UCI) del HUBU, única de la provincia, aunque en este caso, la diferencia entre ambos escenarios es mayor. Entre el 30 de marzo y el 4 de abril se registró un pico máximo de 55 pacientes en UCI. Ayer eran 35.

La tendencia general de Burgos, por cierto, es muy similar a la del conjunto de Castilla y León, aunque parece avanzar con algunas jornada de adelanto. Durante el pico máximo de la primera ola se llegron a registrar en la comunidada autónoma 2.358 hospitalizados en planta y otros 353 en unidades de críticos. Ayer eran 1.460 y 195, respectivamente.

En todo caso, esta situación ha obligado de nuevo a adaptar los recursos sanitarios para dar respuesta las necesidades. Ahora mismo están adaptadas para la atención covid hasta siete plantas en el Hospital Universitario de Burgos (la H7, H6, H5, H4, B7, B6 Y B5) y la Consejería ha puesto el Divino Valles a disposición de la atención a la pandemia. Por su parte, la UCI ha ido incrementando su capacidad de camas a medida que las circunstancias lo han ido exigiendo. De acuerdo a los datos de la Junta, ahora mismo hay 66 camas disponibles, de las que permanecen ocupadas 51 (35 por pacientes covid). Esto es, la UCI de Burgos se encuentra ahora mismo al 121% de su capacidad habitual. Y no es el peor dato de la comunidad. En Palencia, por ejemplo, están al 179%.

Diferencias

Eso sí, la primera y la segunda ola presentan algunos rasgos diferenciales. El primero, y quizá más significativo, es que la expansión del virus en marzo fue exponencial y el rastreo prácticamente no existió. Eso hizo que miles de contagios se escaparan de la red de vigilancia epidemiológica y la presión hospitalaria se incrementara a un ritmo vertiginoso. Un auténtico estallido que se concentró en poco más de tres semanas. Tras ese estallido, el confinamiento domiciliario decretado por el Gobierno comenzó a dar sus frutos, y durante la desescalada, la presión hospitalaria fue reduciéndose hasta tocar suelo a finales de junio.

Esta segunda ola, sin embargo, viene condicionada por numerosas restricciones y una capacidad de rastreo mucho más potente que en marzo, lo que se traduce en una escalada más sostenida. Sí, la presión hospitalaria derivada de la covid no hace sino crecer día a día, pero lo está haciendo, de momento, de manera más gradual, con un par de picos de sierra y, lamentablemente, con un par de acelerones. El más significativo se ha registrado en los últimos quince días. El pasado 18 de octubre se contabilizan 110 pacientes ingresados en planta. En apenas dos semanas se ha duplicado esa cifra. El incremento medio diario se sitúa en el entorno de los 8 hospitalizados, mientras que en los momentos más crudos de la primera ola se situaba en índices más cercanos a los 20 ingresados más cada día.

Sea como fuere, la principal duda sobre la mesa ahora mismo es si estamos cerca del pico de esta segunda ola en la provincia o todavía nos queda mucho por recorrer. De momento, las cifras de nuevos contagios no invitan precisamente al optimismo, con una incidencia acumulada de 4.061 positivos en los últimos catorce días en la provincia. Esto es, una incidencia de más de 1.100 casos por cada 100.000 habitantes.

Habrá que ver cómo evolucionan los datos durante las próximas semanas y si las restricciones (actuales y futuras) causan el efecto deseado. Por el momento, la propia consejera de Sanidad, Verónica Casado, advertía ayer mismo que se prevé un mes de noviembre «terrible».

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