«Los gimnasios van a tener pérdidas del 50% y en algunos casos llegarán al 80%»

«Calculamos que en Burgos el sector va a tener pérdidas, en el mejor de los casos, del 50%, pero en algunos casos llegarán al 80%. Ya hay gimnasios puestos a la venta. La situación es dantesca», explica del Val.

Porque en Burgos el sector se sustenta con empresas «no muy grandes» que tienen «locales muy grandes». «Todos están pagando alquileres importantes y los centros en propiedad, la gran mayoría, están sometidos al pago de hipotecas. En un año en el que prácticamente seis meses son de cierre es muy difícil de sujetar», continúa el presidente.

Las pérdidas, aunque aproximadas, hablan ya de un 30% menos de empleo en cuanto al número de personas en los centros y gimnasios, pero también de entre un 40 y un 50% menos de horas trabajadas para quienes mantienen su puesto. «Muchas de las personas que están trabajando han visto reducidas el número de horas de sus jornadas», lamenta del Val.

Este nuevo cierre no ha venido de la mano de un contacto con la Junta de Castilla y León, con quien reconocen no haber tenido «ningún tipo de comunicación». «Este jueves probablemente hagamos dos solicitudes, una para hablar con el delegado de la Junta en Burgos y otra para hablar con el presidente de la Junta en Valladolid», porque quieren ser escuchados y tenidos en cuenta. Una reclamación que extienden al Ayuntamiento: «Hemos hablado solo con el alcalde y con el Ayuntamiento de una forma muy cordial, creemos que hemos sido bien atendidos y comprendidos, pero tampoco hemos tenido mayor repercusión. No hemos entrado en ningún plan de ayudas que otros sectores sí han tenido. Tenemos la promesa de que se nos contemplará en las próximas ayudas, pero hasta ahora no ha habido ninguna.»

El sector planea salir a la calle, llevar a cabo un acto de protesta al que todavía están buscando fecha y formato para hacerse escuchar, para poner voz a su reivindicación de que el deporte es salud y debería estar del lado que lucha contra la pandemia y no en el contrario. «Hay gente que está viéndose afectada por no poder venir a los gimnasios, que ha sufrido recaídas en su estado físico y mental, porque el deporte es salud», reclama Luciano González, el presidente saliente de la asociación.

Además, este nuevo cierre llega en el peor momento para los gimnasios, como explica del Val: «Hemos sufrido tres cierres. El primero fue en el momento más importante de la última temporada alta que tuvimos, y este tercer cierre es cuando empieza nuestra siguiente temporada alta, en enero. Es absolutamente lamentable la falta de tacto de la Junta de Castilla y León, un tacto que sí han tenido con otros sectores para abrir en otras épocas que al comercio en general le iba bien y, sin embargo, a nosotros nos han obviado absolutamente».

El sector se siente «ninguneado e invisible» y no entienden el momento de este cierre. «Nos parece muy poco respetuoso que nos hayan cerrado en un momento en el que tenemos menos incidencia en la ciudad que cuando nos abrieron la última vez. No parece lógico», lamentan.

«Estamos convencidos de que la Junta de Castilla y León nos cierra por un tema de movilidad, para evitar movilidad de los ciudadanos en la calle. Su intención es cerrar a los ciudadanos como se cerró en marzo y, como no pueden hacerlo porque el Gobierno Central no se lo autoriza, utilizan estos cierres de instalaciones para evitar movilidad», argumentan en busca de una posible explicación.

Además, lamentan que los trabajadores en erte estén «cobrando el tramo del 1 al 6 de noviembre todavía» y que entrar y salir del erte supone un desembolso económico para las empresas que puede ascender hasta los 700 euros, en un momento en el que los ingresos son mínimos.

«Nuestra incidencia en la pandemia es del 0,28% y eso no justifica el cierre. Nosotros reclamamos es un poco de seriedad y de justicia, esto no puede salir siempre gratis a la administración y nosotros seguir pagando. Somos, la inmensa mayoría, empresas familiares, empresas que hemos invertido en Burgos, que somos de Burgos. El sector se está hundiendo en la ciudad y va a ser muy difícil retomar esto», finaliza del Val.