Sigue habiendo gente y circulando vehículos por las calles, pero el tránsito es muy inferior al de cualquier otro lunes. La declaración del Estado de Alarma por parte del presidente del Gobierno ha trastocado buena parte del pulso social de toda España, incluyendo Burgos, que ... afrontaba hoy su primera prueba de fuego. Y la realidad es que la ciudad sigue latiendo, pero a un ritmo mucho menor del habitual.
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A ello han ayudado fundamentalmente tres factores: el cierre comercial, la presencia policial y la adversa meteorología. Esos tres condicionantes han permitido que la estampa durante toda la jornada en zonas habitualmente muy concurridas, como el centro histórico y el entorno comercial de Gamonal, presentaran una imagen atípica, con una presencia de peatones casi testimonial en algunos puntos.
Se ha visto muy poca gente y, en la mayor parte de los casos, saliendo de farmacias, centros de salud, establecimientos de alimentación y centros comerciales. También burgaleses paseando a sus perros (está permitido, aunque durante el mínimo tiempo posible), y poco más. La presidencia de las patrullas de Policía Local, Policía Nacional y Protección Civil ha desincentivado cualquier salida no autorizada.
De hecho, los cuerpos policiales aseguran que este segundo día de confinamiento se ha desarrollado con tranquilidad, sin incidencias especiales. Se están dedicando a informar, en algunos casos megáfono en mano, de que solo está autorizada la salida de casa en determinadas circunstancias, que además tienen que justificarse. De lo contrario, no les temblará el pulso en sancionar, como ya ocurrió el domingo con dos sanciones.Pero este lunes, de frío, nieve y lluvia, no ha animado mucho a los burgaleses a salir a la calle 'a pasear'.
Más movimiento ha habido en los centros industriales. Y es que, la inmensa mayoría de las empresas de los polígonos de la ciudad continúan trabajando, aunque sea a un ritmo inferior. De hecho, el acceso a los polígonos ha sido, hasta cierto punto, el habitual, mientras que el tráfico en el casco urbano se ha visto significativamente reducido durante toda la jornada.
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Por su parte, los comercios y establecimientos de alimentación que continúan abiertos a pesar del Estado de Alarma, se han tenido que adaptar a la situación y en la inmensa mayoría de los casos se han podido observar colas de gente guardando las preceptivas medidas de seguridad, con distancias de al menos un metro entre los ciudadanos y un cliente por turno en el interior. También los bancos, los quioscos o las tiendas de telecomunicaciones continúan abiertas, aunque con una actividad mucho menor a la de un lunes cualquiera.
Por su parte, lugares de culto, instalaciones culturales y núcleos turísticos siguen cerrados a cal y canto, ofreciendo una estampa desoladora. La nota curiosa la pone la Unidad Militar de Emergencias, que se ha desplegado en Burgos para realizar labores de desinfección y saneamiento en espacios públicos y privados (estación de autobuses, cocheras municipales, mercados de abastos, centros comerciales).
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También se han colocado en lugares estratégicos para disuadir a los burgaleses de salir a la calle. Se les ha podido ver en la Plaza de España, la Plaza del Cid o la Avenida del Cid. Y a sus miembros, movilizados por diferentes zonas de la ciudad, una ciudad que está bajo el Plan de Emergencia de Burgos, activado este mediodía para abarcar cuantas acciones sean necesarias dentro de la crisis del coronavirus.
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Gabriel de la Iglesia Patricia Carro
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