El PAC Divino Valles, recurso clave frente a la covid en su primer año de vida

«El año ha sido bastante movido, con mucha demanda», explica Hendrick Villasmil, coordinador del PAC del Divino Valles, y marcado por la covid-19. Cuando estalló la pandemia, el PAC fue el lugar que aglutinó todas las pruebas PCR, un servicio que «logísticamente habría sido imposible en San Agustín», comenta. Así que el momento de apertura fue el acertado y, un año más tarde, también los usuarios han podido notar la mejoría en cuanto a instalaciones y servicios, pese a las protestas iniciales.

El coordinador insiste en que ha supuesto «un cambio de 180 grados en beneficio de la atención sanitaria al usuario». Se cuenta, tras mucho esfuerzo, con una plantilla completa, y exclusivamente dedicada al PAC, de trece médicos, doce enfermeras, celadores y conductores de ambulancia. Y se presta servicio a diario, en horario de 15:00 a 8:00, y los fines de semana y festivos, durante todo el día. Hya cuatro médicos y tres enfermeras por turno.

Durante este primer año han atendido cerca de 50.000 urgencias o necesidades médicas, que si bien son menos que las realizadas en 2019 entre los PAC de San Agustín y Gamonal (entonces fueron 72.500), no hay que olvidar el efecto de la pandemia. Durante la primera ola, explica Villasmil, el número de pacientes con patologías ordinarias se redujo y la mayor parte de los usuarios que llegaban al Divino Valles era por su condición de sospecha de contagio covid.

Ahora, la situación se ha normalizado y, aunque siguen atendiendo a pacientes sospechosos (cuentan para ello con una sala de espera independiente, consultas y médicos destinados solo a covid), las urgencias habituales han vuelto a los niveles normales. El coordinador reconoce que los burgaleses ya han aprendido a diferenciar cuándo es suficiente acudir al PAC y cuando la urgencia requiere de asistencia hospitalaria. Lo que todavía nos cuesta más es asumir que, a veces, no es necesario ir al PAC, basta con esperar la consulta en nuestro médico de familia.

En el PAC del Divino Valles se reciben muchos pacientes con infecciones respiratorias, dolores torácicos, diabetes descompensadas... También se realizan consultas no presenciales, atendiendo a personas que llaman para consultar un tratamiento o una sintomatología. Y se continúan las labores de enfermería que se realizan en los centros de salud, como curas o tratamientos, cuando estos están cerrados. «Se atiende a todo tipo de pacientes salvo a los menores de 7 años, que van a urgencias pediátricas», explica Villasmil.

El objetivo a medio plazo, una vez se supere la pandemia, es recuperar el proyecto original que nació con la apertura del PAC del Divino Valles. Andrés Martínez-Beceiro, coordinador de equipos de la Gerencia de Atención Primaria, recuerda que la unificación al antiguo hospital se decidió teniendo en cuenta que las instalaciones tenían muchas más posibilidades de expansión. Y la idea es poder implementar más servicios de pruebas diagnósticas que eviten desplazamientos innecesarios al hospital.

Todo lo que se pueda resolver en Atención Primaria, se quiere resolver en Primaria para que no se saturen las urgencias hospitalarias. Martínez-Beceiro recuerda que hay pruebas, como radiografías, ecografías o analíticas, que se pueden hacer sin problemas en el PAC sin necesidad de acudir al hospital porque la atención que requiere el paciente también se resuelve en Primaria, no es una urgencia hospitalaria. Y si el paciente que acude al Divino Valles es grave, se remite inmediatamente al HUBU.

Así que, doce meses después de su apertura, los sanitarios están contentos con el cambio porque trabajan mejor y atienden mejor a sus pacientes. Ahora solo queda superar la pandemia que, como reconoce Martínez-Beceiro, está haciendo mella en la ciudadanía. «Se nota cansancio en la población» ante las restricciones, pues lo que en marzo del pasado año parecía un sprint se ha convertido en una carrera de fondo, y a todo el mundo le pesa. Aun así, los sanitarios «de ánimo están bien», afirma el coordinador del PAC.