Qué es la depresión: síntomas, causas y enfermedad severa

Sus efectos se pueden prolongar durante años, cronificarse o ser recurrentes e influyen de manera directa en la capacidad de la personas que lo padece para desarrollar su vida. Tiene efectos directos tanto en el rendimiento escolar, como en el trabajo y en las relaciones familiares y sociales. Además, la depresión está vinculada con otras enfermedades físicas, como las cardiovasculares.

Según la OMS, las causas de la depresión incluyen complejas interacciones de factores sociales, psicológicos y biológicos. Diversas circunstancias de la vida, por ejemplo, adversidades en la infancia, una pérdida y el desempleo contribuyen al desarrollo de la depresión y pueden propiciarla.

Pero también se ha comprobado científicamente que su aparición puede tener un componente hereditario. Si un familiar consanguíneo padece esta enfermedad, es más probable desarrollarla. Pero también influyen en la depresión algunos rasgos de personalidad.

La depresión puede aparecer de diversas formas y con sintomatología muy variada y ser diferentes en función de la edad del paciente, aunque hay algunos rasgos comunes que pueden facilitar la identificación de esta enfermedad en las personas que la padecen.

Un estado anímico bajo e irritable prolongado en el tiempo.

Falta de vitalidad y cansancio.

Ansiedad.

Problemas para dormir o dormir en exceso.

Dificultad para concentrarse.

Pensamientos negativos recurrentes.

Sentimiento de inseguridada, inutilidad, culpa y miedo.

Pérdida de interés en actividades que antes resultaban placenteras.

Aunque se trata de síntomas que pueden aparecer de alguna forma en cualquier momento de la vida, si se prolongan en el tiempo y generan problemas para el desarrollo de la vida cotidiana, son un claro indicador de que la persona que los padece puede estar sufriendo un trastorno depresivo.

Cuando esta enfermedad se presenta como severa, los síntomas descritos aparecen de forma agravada y surgen también los pensamientos de muerte o suicidio. Los sentimientos de inseguridad, tristeza, ira o frustración se presentan de forma permanente y prolongada en el tiempo, dificultando el desarrollo de la vida diaria.

La depresión severa, además, puede provocar que se produzcan cambios físicos y que aparezcan otras dolencias que lleven al enfermo a una incapacidad total en su vida laboral, familiar y social.

Para tratar la depresión es imprescindible acudir al especialista. El tratamiento, dependiendo del tipo de enfermedad mental que presente el enfermo, puede ser de dos tipos: farmacológico y/o psicológico. En cada caso concreto puede ser necesario uno, otro o la combinación de los dos.