«La calidad de vida con migrañas es similar a la de una persona con depresión»

Esta enfermedad es mucho más que un dolor de cabeza. En muchos casos, incapacita al paciente, quien puede llegar a sufrir «más días de dolor que sin dolor» en el 2% de los casos. Aun así, Iglesias calcula que «debe de haber unas 5.000 personas con dolor casi diario por migrañas en la provincia que no consultan al médico».

La causa más frecuente es la creencia de que no existe una solución para las migrañas. No obstante, los tratamientos han evolucionado en los últimos años. Iglesias trata a los pacientes con migrañas severas, muchas veces porque no han recibido los tratamientos preventivos adecuados o han acudido al médico tarde.

Cuando la migraña lleva muchos años en evolución y sin tratamiento, el cerebro tiene «cambios estructurales», es decir, cambian las redes neuronales. Éstos son irreversibles y el tratamiento es más complicado. De ahí la importancia de acudir al médico de cabecera desde las primeras crisis.

Esta enfermedad genética aumenta la sensibilidad del cerebro, lo que se traduce en que ciertos estímulos desencadenan las crisis de migrañas. La alteración del sueño y los cambios de tiempo son algunos de los desencadenantes, aunque para cada paciente es diferente.

Sin embargo, el estrés es el factor más frecuente que despierta las crisis de migrañas. Normalmente, el generado por problemas laborales, épocas de exámenes o conflictos personales.

El uso de fármacos sin consultar un médico, una práctica frecuente en España, puede agravar las migrañas. Por el contrario, un seguimiento médico y un tratamiento adecuados puede cambiar la vida de los pacientes.

Algunos han pasado de vivir con veinte días de migrañas cada mes a tres días. Como refleja el siguiente calendario, el paciente tuvo crisis de migrañas los días marcados con bolígrafo. «Me ha cambiado la vida» son las palabras que escucha Iglesias cuando un paciente recibe el tratamiento con éxito.

Las mujeres de mediana edad son el perfil más frecuente del paciente con migrañas en la Consulta monográfica de cefaleas del HUBU. De hecho, afecta a más mujeres que a hombres. Del 12 % de la población burgalesa con migrañas el 16 % son mujeres y 8 % hombres.

Siempre empieza antes de los treinta y suele manifestarse por primera vez en torno a los dieciocho o veinte años. Sin embargo, las crisis más fuertes se producen a los cuarenta años.

La mayoría de los pacientes tiene un par de crisis al mes de promedio, durante las cuales su calidad de vida disminuye hasta el punto de estar incapacitados. «Tiene una repercusión grave en el enfermo y en su entorno. No es ninguna tontería».

Esta situación se agrava de forma considerable para quienes tienen una crisis mínimo a la semana. «Vienen desesperados», asegura Iglesias, ya que en consulta miden tanto la calidad de vida como el grado de dolor. «Muchos enfermos puntúan su nivel de vida como una persona con depresión, diabetes o enfermedad pulmonar crónica (EPOC) grave».

Los tratamientos han mejorado a lo largo de las últimas décadas. Por un lado, existen los preventivos entre los que se encuentran las inyecciones de bótox y algún fármaco para la depresión, la epilepsia o la hipertensión arterial.

En los años 90, salieron los fármacos triptanes para cortar la crisis de migraña, «mucho mejor que cualquier otro tratamiento». Años más tarde, en 2012, descubrieron por casualidad que las inyecciones de bótox son eficaces en aquellos pacientes con muchas crisis. Este último no altera el aspecto físico.

El último avance han sido los anticuerpos para bloquear el mediador del dolor con eficacia en 2020. En los próximos años se avecinan más tratamientos, como la nueva familia de fármacos que saldrá al mercado en 2023.

«Estamos en unos años buenísimos de cambios y novedades. Además, se está visibilizando las migrañas«. 'Muchos pacientres asumen que esto es así, que han heredado lo mismo que sus familiares sin remedio.

Más de uno comenta al neurólogo: «Siempre he tenido migrañas y nunca he ido al médico». Por el contrario, el 90 % de los casos pueden controlarse en atención primaria y el 10 % en neurología por ser más complejos.

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