Si bien los datos de la última jornada disgustan, por un aumento de los positivos detectados, la intención de la Junta de Castilla y León parece ser avanzar en la desescalada rebajando el nivel de alerta sanitaria. Se pasaría del actual nivel 4 al ... nivel , aunque se introducirían algunos «retoques» en horarios, para que la desescalada fuera más progresiva y evitar «tropezar» cuando se está tan cerca de dar carpetazo a la pandemia.
Publicidad
Así lo ha anunciado el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, quien ha mostrado, una semana más, su preocupación por la evolución de Burgos. La provincia continúa teniendo la incidencia acumulada más elevada de la región, 233,4 casos por 100.000 habitantes en catorce días, y junto con Segovia son las únicas que se mantienen en riesgo 'alto'. El resto están en riesgo medio.
Igea ha reconocido la bajada «espectacular» que han registrado ambas provincias. De hecho, en quince días, la incidencia de Burgos ha caído 68 puntos. Aun así, los datos siguen siendo elevados, muy por encima de la media regional, que se sitúa en 135,6 casos. Y el vicepresidente vuelve a achacar esta evolución epidemiológica a un problema de trazabilidad, como lo hiciera ya la semana pasada.
Insiste el vicepresidente en que, en Burgos, no se está comunicando de manera adecuada los contactos en caso de positivo covid. Y las razones serían de tipo laboral, es decir, habría gente que sigue yendo a trabajar aunque sea contacto estrecho de un positivo o incluso haya dado positivo. De ahí que la trazabilidad en Burgos se sitúa en el 64,3%, la más baja de toda la región.
Más información
Francisco Igea ha reconocido que «estamos viviendo el final de la pesadilla y aunque la vacunación va bien no debemos tropezar en estos últimos meses». De ahí que, aunque haya asegurado que «lo más probable» sea que en el Consejo de Gobierno de este jueves se puedan «relajar medidas» y rebajar el nivel de alerta, también haya indicado que habrá «retoques», sin descartar medidas concretas para municpios.
Publicidad
Por su parte, la consejera de Sanidad, Verónica Casado, ha pedido no bajar la guardia. En su comparecencia del miércoles, la consejera ha asegurado que «no le gusta nada» el aumento de los casos detectados (306 este miércoles, de los cuales, 70 son de Burgos). Castilla y León lleva cinco semanas de un «discreto» descenso, que se espera no se trunque con los efectos del fin del estado de alarma.
La elevada incidencia que presenta Burgos tiene su reflejo en la situación epidemiológica de las grandes ciudades. Así, Aranda de Duero y Medina de Pomar continúan en riesgo muy alto, mientras que Burgos capital ha conseguido bajar a riesgo alto, el mismo nivel en el que se encuentra Miranda de Ebro. Son estos los cuatro municipios que están bajo las medidas extraordinarias de la Junta, con el interior de la hostelería cerrada, y a los que más les interesa saber qué decisión va a tomar el Consejo de Gobierno este jueves.
Publicidad
En estos momentos, en Burgos capital la incidencia acumulada a catorce días es de 243 casos por 100.000 habitantes, con tendencia al descenso. Mientras, en Miranda de Ebro están con 162 casos, después de que el pasado viernes se consiguiese situar la incidencia por debajo de los 150. Medina de Pomar no consigue acabar de controlar a la covid, con 279 casos, y en Aranda de Duero se matienen la tendencia de aumento, con 362 casos por 100.000 habitantes.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.