Burgos mantiene 1.293 casos por 100.000 habitantes, que lastran la desescalada de la provincia

También se mantiene una positividad por debajo del 10%, más concretamente, en el 8,33%, y la trazabilidad ha subido hasta el 45%. Estos dos últimos indicadores evidencian, de nuevo, una buena evolución. Sin embargo, la alegría debe ser contenida, muy contenida. Burgos sigue siendo la provincia con peores datos de toda Castilla y León. De hecho, Palencia, Zamora y Valladolid son las tres que registran los valores más elevados y se encuentran en 675, 667 y 660 casos por 100.000 habitantes, respectivamente.

Por ese motivo, Sanidad no contempla levantar restricciones en la provincia a corto plazo, pues el objetivo de conseguir bajar a 400 casos por 100.0000 habitantes está todavía lejos, muy lejos. Sí que lo hará en Salamanca, que pasará esta semana con toda probabilidad a la situación que viven Ávila y Segovia. Cerca también están Valladolid y León, gracias a su incidencia acumulada en siete días, y un poco más complicado parecen tenerlo Palencia, Zamora y Soria. Aunque nada que ver con la situación de Burgos.

Y la evolución epidemiológica de la ciudad tiene mucho que ver al respecto. Tras finalizar el cribado masivo, en el que han participado alrededor de 50.000 personas, Burgos capital sigue mantienen una elevada incidencia. Son 1.293 casos por 100.000 habitantes en catorce días, nada que ver co los 1.871 que alcanzó el 18 de noviembre, pero a años luz de los 400. Y aunque la AI a siete días también ha bajado, se matiene por encima de los 500 casos, así que los descensos seguirán siendo moderados.

De este modo, la situación de Burgos va a lastrar la desescalada en la provincia. El pasado 18 de noviembre, Burgos tocó techo. Se registró una tasa de 1.356 casos por 100.000 habitantes. En menos de quince días se ha rebajado en casi 400 casos, ha reducido el porcentaje de positivos por pruebas realizadas y se ha aumentado la trazabilidad, es decir, se está más cerca de controlar la cadena de transmisión, aunque se siga en nivel de riesgo muy alto por transmisión comunitaria de la enfermedad.

Igualmente, se ha reducido la presión asistencial. Si el 10 de noviembre había 241 personas covid ingresadas en los hospitales provinciales (y 43 en la UCI de Burgos), a fecha de hoy hay 211 (y 36 en UCI). El Hospital Universitario de Burgos ha pasasdo de tener 303 ingresos covid, estando en situación de precolapso (y alcanzando los 46 ingresos UCI covid el 15 de noviembre) a tener 186. Mientras, en el Santos Reyes de Aranda de Duero y el Santiago Apóstol de Miranda de Ebro se ha pasado de 19 ingresos covid a 17 y 8, respectivamente.

Sin embargo, el alivio de las restricciones no se plantea a corto plazo, aunque podría haber alternativas a medio camino. El vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, ha reconocido que valoran la opción de tomar decisiones puntuales para «grandes municipios». La desescalada se sigue abordando bajo criterio provincial, pero no se descarta estudiar las peculiaridades de municipios cuya incidencia esté claramente por debajo de los 400 casos. Y ahí entrarían Aranda de Duero y Miranda de Ebro, que evolucionan mucho mejor que Burgos.

En Miranda, después de alcanzar una incidencia acumulada de 1.800 casos por 100.000 habitantes (y llevar bajo medidas restrictivas desde el 27 de septiembre), ha conseguido bajar a 281,5 casos por 100.000 habitantes en catorce días (y a 132 en siete días). Con datos más justos está Aranda de Duero, que acumula 630 casos por 100.000 habitantes en catorce días, pero su incidencia a siete es de 158. Habrá que esperara a ver si Sanidad acepta que ambos municipios desescalen por su cuenta, como tuvieron que escalar, con confinamientos perimetrales, también de manera independiente.