La Navidad de la pandemia en Burgos, «en riesgo muy alto»

Y todo esto sin juntarse con mucha gente, la imprescindible. Comidas y cenas de máximo 10 personas en Nochebuena, Navidad, Nochevieja y Año Nuevo, aderezadas con una buena ventilación, de solo dos grupos de convivencia y con la utilización de las mascarillas el máximo tiempo posible. La restricción a la movilidad está siendo otra de las medidas estrella de la Navidad. Hasta tal punto que el termino allegado ya no cuenta para acceder a Castilla y León. Solo se podrá acudir al domicilio familiar.

El toque de queda para este viernes seguirá siendo a las 22:00 horas, aunque en la jornada de ayer se permitió salir a la calle hasta las 1:30 horas (sucederá lo mismo en Nochevieja). Un horario que acompaña a la población desde finales de octubre y que no tiene visos de desaparecer en las próximas semanas.

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Unas medidas que vienen afectando a muchos sectores desde que se declaró la pandemia en marzo y que se escenifican estos días en las calles de Burgos. Habrá luces navideñas, villancicos en negocios o en algunas calles, pero no existe esa esencia de la Navidad. Amigos y familiares se juntan en alguna terraza para festejar esas fechas con la sensación de que algo todavía no está bien. Ese encuentro, necesario en muchos casos, genera dudas, por lo que los brindis y los grupos generosos de personas se han aparcado durante estas fechas. Lo que ha propiciado que no se hayan visto comidas y cenas de empresas, entre otras cosas, porque la hostelería estaba cerrada.

El comercio vive una situación similar. Aunque muchos optaron ayer por hacer las compras de última hora, la merma de comensales ha reducido las cantidades para esos banquetes. Al igual que los regalos y detalles de estas fechas. El comercio también lo está padeciendo.

Y todo esto para frenar una tercera ola. Continuará...