«Los mayores están muy aislados, te da un poco de pena»

El servicio de Ayuda a Domicilio continúa funcionando como un servicio esencial. Nieves acude a las viviendas de sus usuarios, les prepara el desayuno, realiza el aseo personal, les ayuda a hacer la cama y, si es necesario, les hace la compra. En algunos casos, los hijos son los que se ocupan de esta última tarea, pero les dejan las bolsas a la puerta de casa para evitar cualquier contagio. Así que Nieves reconoce que, para muchos de los mayores, ellas, las trabajadores de Ayuda a Domicilio, son la única persona con la que tienen contacto directo.

«A los usuarios les ves muy aislados, solo hablan con la familia por teléfono; te da un poco de pena», admite. No se puede hacer de otro modo, es lo que nos ha tocado vivir con la crisis sanitaria, pero los contactos telefónicos son fríos. «De todos los servicios que tengo, ninguno hace vídeollamada a los hijos porque no tienen internet», explica. Pueden que tengan un WhatsApp, pero nada más. Así que en muchas casas, además de las tareas de apoyo, también charlan con los usuarios para que se les haga menos pesada la jornada.

Nieves recuerda que, cuando estalló la crisis sanitaria, ellas no tenían ni equipos de protección, ni mascarillas ni nada, así que muchos usuarios se dieron de baja porque tenían miedo al verlas desprotegidas. Miedo al contagio porque su trabajo es de mucha cercanía, incluso de contacto directo en caso de personas con problemas de movilidad. Sin embargo, a Nieves le preocupaba y le sigue preocupando qué pasará con esas personas, pues el confinamiento y los contagios no van a ser cosa de dos días y los usuarios necesitaban el servicio de Ayuda a Domicilio.

Por ese motivo, también hay usuarios que lo han mantenido. «Te necesito, que sea lo que sea», le dicen, y Nieves espera incluso aumentar en próximas semanas los servicios, a medida que se incrementen las altas y la gente vuelva a sus domicilios. Los afectados de coronavirus regresan todavía muy débiles, recuerda, y tienen que estar en aislamiento domiciliario durante quince días más, así que la Ayuda a Domicilio seguirá siendo un servicio esencial.

Y ahora ya cuentan con protección, con mascarillas entregadas por el Ayuntamiento, aunque pocas batas, geles hidroalcohólicos y ninguna calza, pese a la petición expresa que les ha hecho algún usuario. Sin embargo, en la empresa contratada por el Ayuntamiento todavía no se las han dado, así que no entra en los domicilios en los que se las piden y les hacen la compra, que dejan a la puerta.