Una parte de la botánica se llama Dendrocronología, una disciplina que utiliza las marcas que deja el crecimiento de los árboles para conocer qué ha ocurrido a su alrededor. Son verdaderos detectives del clima que datan cada evento en forma de señales en los anillos ... de su tronco.
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Cada surco o capa ofrece mucha información. Las manchas oscuras corresponden al verano y las más claritas a primavera, por ejemplo. Cuentan además la historia de ese árbol y de su entorno. Cada especie de árbol crece a un ritmo diferente y los anillos de sus troncos guardan diferencias entre sí.
Como curiosidad, Bárbara de Aymerich desvela que el árbol más antiguo del planeta tiene 5.000 años y se llama Matusalén. Mediante las marcas del tronco de los árboles se puede estudiar si ha habido un periodo muy seco, algún evento cósmico importante e incluso tormentas solares.
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Bárbara de Aymerich, directora de Espiciencia, nos descubre la forma de interpretar toda la información que se esconde en los troncos de los árboles y, además, cómo obtenerla porque «no es necesario talarlo» para leer los mensajes que guarda el tronco.
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