La muerte y la ciencia se dan la mano en el mes de noviembre

La primera unión llega desde las disciplinas científicas que estudian la muerte, tanto desde el punto de vista biológico como neuronal. Además, la medicina forense estudia el cuerpo después de haber fallecido y los cambios que se producen. La ciencia define a la muerte de tres maneras diferentes y le da tres nombres distintos.

Existe la muerte cerebral cuando el cerebro para su actividad, pero el sistema nervioso autónomo puede continuar con algunas acciones. Se denomina muerte clínica cuando el corazón y el sistema respiratorio están parados. Gracias a la reanimación cardiopulmonar y los desfibriladores son capaces de volver a poner en marcha el corazón.

El tercero de los nombres es muerte biológica. Ahí no solo están parados el cerebro, el sistema nervioso, respiratorio y el corazón, sino que además también sistema enzimático, los parámetros biológicos están parados y la vuelta a la vida es imposible.

Cuando fallecemos el cuerpo sufre algunos cambios. Las células comienzan a autodestruirse y producen reacciones químicas, por eso en los tres primeros días los cuerpos se hinchan. Pero además, en los cadáveres ocurren muchas más cosas, por eso se han documentado casos de mujeres que han fallecido embarazadas y han dado a luz al bebé.

Además, el cuerpo reacciona de otras muchas formas, y Bárbara de Aymerich lo explica todo con detalle en el vídeo de esta semana.

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