La cesta de la compra se encarece un 5,6% respecto al año pasado en Burgos

Productos básicos como la fruta fresca (3,8%), las legumbres secas o en conserva (3,1%) o los alimentos para bebés (5,0%) se han encarecido junto a otros que han sufrido la subida de precio en menor medida como la leche entera (1,9%), desnatada (1,6%), el pescado congelado (1,3%), el pan (1,1%) y el queso (1,1%).

También llama la atención las subidas de salsas y condimentos (5,2%), el agua mineral (5,1%) y los platos preparados (4,5%). Por el contrario, durante el pasado mes se han producido bajadas de precios en los pescados frescos (-7,1%) y en la carne de ovino (-5,2%), si bien ambos arrastraban importantes subidas anteriores.

Las constante alcista del precio de la electricidad ha confluido con el impacto de la guerra de Ucrania -de la que hoy se cumple un mes desde su inicio- en los combustibles e importaciones.

Esta tormenta perfecta ha trasladado el incremento de los costes de producción a los precios de la alimentación y la huelga de los transportes ha dado el último empujón a la esacalada de los precios.

El aceite de girasol y los cereales como el maíz o el trigo, que tienen en Ucrania y Rusia dos grandes proveedores, fueron los primeros en encarecerse sustancialmente con el inicio del conflicto y, desde hace unos días, lo están empezando a hacer todos los derivados de estos productos.

De esta manera, el incremento del coste de los piensos que alimentan los animales de los que se producen las carnes y embutidos, los artículos de panadería, la cerveza, las conservas, los huevos o la leche, son algunos ejemplos de artículos que costarán más al bolsillo de los españoles.

«Es previsible que la carne siga subiendo, debido al encarecimiento de los piensos, que se producen a partir de los cereales», dice Enrique García, del departamento de Comunicación y Relaciones Institucionales de la OCU, en declaraciones al diario El Correo.

La asociación de consumidores también han notificado que la subida de precios se está empezando a notar en los productos elaborados. Alimentos procesados en fábricas como mayonesas, todo tipo de conservas, bollería y pastelería, cereales de desayuno, chocolates, helados, y un largo etcétera.

«Subieron un 4,5% en febrero, y ello es indicativo de que la industria está trasladando al consumidor los incrementos en los precios de la energía y las materias primas», añade García.

El problema está en que, según el Instituto de Comercio Exterior (ICEX), el 42% del cereal que importa España proviene del país invadido por Rusia, que actualmente ha cortado el suministro y cuyo campo está sufriendo las consecuencias de la guerra.

Además, la organización agraria Asaja desveló además recientemente que el 60% del aceite de girasol que compra España lo hace a Ucrania, así como el 30% del maíz, el 17% del trigo, el 31% de las tortas de aceites vegetales y el 15,4% de leguminosas de grano.

Por otro lado, los combustibles han bajado por primera vez en lo que va de año, tras once semanas consecutivas de incrementos y tras batir todos los récords debido a la invasión rusa de Ucrania. Pese a este descenso, desde el inicio de 2022 el diésel acumula un encarecimiento del 33,4%, mientras que la gasolina ha repuntado un 22,58%.

El precio medio del litro de gasolina en España se ha moderado hasta los 1,813 euros y el diésel se sitúa en 1,797 euros, según datos del Boletín Petrolero de la UE. por lo que llenar un depósito medio de gasolina de 55 litros cuesta ahora cerca de 99,72 euros (27 euros más que hace un año), mientras que en el caso del gasóleo asciende a unos 98,84 euros (33,3 euros más que en la misma semana de 2021).