Alivio de restricciones en las residencias de mayores de Burgos

Este martes, la Gerencia Regional de Servicios Sociales publicará la nueva guía con el protocolo a seguir por los centros residenciales. Se flexibilizará las medidas, ha anunciado el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, con «satisfacción». Así, y aunque habrá que esperar a conocer el contenido exacto del nuevo protocolo, ya se sabe que las medidas de alivo supondrán ampliar el número de visitas y el tiempo de las mismas, una de las demandas de las residencias.

En concreto, las visitas ya no tendrán limitaciones específicas ni en cuanto al número ni al tiempo de duración. Eso sí, cada centro deberá seguir programando las visitas para asegurar un escalonamiento y se tienen que mantener medidas de seguridad como el uso de mascarilla, el lavado de manos al acceso al recinto yla distancia de seguridad entre residente y visitante

Usuarios, familiares y trabajadores estaban esperando como agua de mayo estas buenas noticias pues, aseguraban, que se esperaba una mayor flexibilización cuando se cumpliese con la vacunación. Ahora, Igea ha admitido que el cien por cien de las residencias están ya inmunizadas, aunque todavía haya usuarios y trabajadores en algunas de ellas que estén pendientes de la segunda dosis, que se ha retrasado por motivos médicos de los implicados.

En Burgos, son 5.104 los mayores que ya están inmunizados, y se han administrado 10.542 dosis, así que todavía quedan algunos usuarios pendientes de completar ciclo. También han recibido las dos dosis 817 dependientes, institucionalizados y no institucionalizados. Y, en cuanto a trabajadores, son 4.293 los inmunizados, dependientes de los centros sociosanitarios.

Cabe recordar que la vacuna frente a la covid-19 no impide que se pueda coger el virus; tampoco que alguien contagiado lo pueda transmitir. El éxito de las vacunas actuales reside en que reduce los efectos de la infección, minimizando las opciones de cuadros graves, hospitalizaciones y muertes. Precisamente por estos motivos, los expertos están llevando con cautela la desescalada también en las residencias pues, cuanto mayor sea la inmunidad en la sociedad, menor será el riesgo de contagio.

Francisco Igea ha reconocido que la noticia de la flexibilización de las medidas en las residencias le produce satisfacción personal. «Por fin nuestros mayores empiezan a ver la luz. Vamos a poder darle esperanza a quienes más han sufrido el aislamiento de este durísimo año«, ha afirmado. Y es que llevan confinados en sus residencias desde marzo, algunos incluso antes, pues ha habido residencias que comenzaron a prepararse frente al coronavirus con antelación.

Se les han restringido las salidas y las visitas de familiares, han tenido que modificar por completo sus hábitos diarios, se han impuesto mascarillas, geles y equipos de protección. Los mayores han pasado miedo, han visto cómo se iban algunos de sus amigos tras un brote sin poder despedirse de ellos, han echado mucho de menos a sus familiares...

En Burgos, han fallecido 365 usuarios por la covid-19, pero hay otras 109 muertes de residentes con síntomas compatibles. Y son más de 2.000 los que han sufrido la infección. Ahora, van a poder volver poco a poco a la normalidad, que será definitiva cuando las residencias se abran al cien por cien y vuelvan los achuchones y los besos.