Turistas atrapados: cuando el fuego te sorprende de vacaciones

«Te dicen que te tienes que ir, y en algunos casos casi sin darte tiempo para hacer la maleta», explica Ana, de Madrid, y que quería disfrutar de «un fin de semana largo en Silos, Lerma… la Ribera de Duero». Ana estaba alojada a 300 metros del Monasterio de Silos cuando tuvo que abandonar el establecimiento tras la inminente llegada de las llamas al pueblo en la tarde del pasado domingo.

En el otro lado, los propietarios, los que desde la recepción alertaron a todos sus huéspedes del desalojo forzado por el fuego. «La mayoría lo entiende, hasta se solidarizan con lo que pasa, pero también ha habido alguno que no entendía por qué tenía que irse, porque decía que el incendio estaba muy lejos», señala Elvira Martín, del Hotel Tres Coronas.

Con más del 85% de las plazas hoteleras completas, con turistas nacionales, pero también visitantes de Francia o Reino Unido, algunos huéspedes desalojados trataban este lunes de regresar a por sus pertenencias tras pasar la noche en otros hoteles o casas rurales de localidades como Lerma o Covarrubias, incluso Burgos y Aranda.

«Estábamos haciendo una ruta por Lerma y nos contaron lo del incendio… Te pones nervioso, llamas al 112, a la Guardia Civil, al hotel… Pero no puedes hacer nada», afirma Fernando Ordóñez, también de Madrid. «Para recuperar nuestras pertenencias hemos tenido que enseñar la reserva del hotel a la Guardia Civil, y ahora ya nos vamos a casa. No son las vacaciones esperadas, pero peor lo está pasando está gente», subraya.

Los nervios del desalojo llevaron consigo que se dieran momentos de tensión, como con un matrimonio de Alcalá de Henares que se quedó dormido en el Hotel Tres Coronas, y se percataron del incendio en el momento que se trancaba el complejo hotelero de Silos. «Se han asustado, pero han podido salir», defienden desde el establecimiento.

Por su parte, el alcalde de Silos, Emeterio Martín, espera que el incendio no pase factura al turismo del municipio. «Silos sigue aquí, y tiene mucho que ofrecer».