Las Merindades se desbordan: «No es solo el río, estamos rodeados de un mar»

El río Trueba es el que ha alcanzado niveles mayores a los registrados a finales de noviembre, en la anterior riada. En Espinosa de los Monteros «la noche ha sido complicada», admite Raúl Linares. «Ahora mismo ha bajado la cota de altura del río, pero ha sido una noche muy complicada. A las 6:00 se ha registrado la mayor altura del agua con 3 metros 20 centímetros y se ha salido puntualmente en varios sitios del pueblo«, explica el alcalde.

El Ayuntamiento de Espinosa de los Monteros ha trabajado con los bomberos para el achique de agua, que se ha metido en algunas viviendas del pueblo pero sin que haya sido necesario evacuar a ningún vecino. Este viernes siguen en alerta amarilla y, si bien «no ha habido ninguna situación extremadamente grave», los accesos por carretera están complicados por presencia de agua, aunque «no tenemos miedo a quedarnos aislados».

Sigue lloviendo en Las Merindades, con una temperatura alta, así que el deshielo continuará generando problemas, y son muy conscientes aguas abajo. En Medina de Pomar el río ha subido mucho más de lo que lo hizo hace dos semanas. «El Trueba está alto y el pueblo está inundado», apunta el alcalde, Isaac Angulo. «En alguna casa han tenido que sacar agua ayer tarde y esta mañana, lo normal con la que ha caído».

Eso sí, Angulo es optimista y confía en que en Espinosa se mantenga a la baja. «Dependemos del deshielo», admite, pero «espera que lo peor haya pasado ya». Un deseo que comparten en Trespaderne, donde el Nela se ha vuelto a desbordar, lo mismo que el Jarea, y ha causado algunas inundaciones. «Es una barbaridad», admite la alcaldesa, Ana Isabel López.

El camping y el polideportivo, que se salvaron en noviembre, han acumulado un metro de altura. Y el Jarea, aunque ha subido menos, ha vuelto a inundar la potabilizadora. También en Palazuelos se ha salido el río y ha cortado la carretera. Y es que, insiste López, hay agua por todas partes. «Los arroyos están desbordados», aunque no ha habido problemas con vecinos.

En lo mismo incide el alcalde de Villarcayo. Adrián Serna admite que «no es solo el río. Ahora estamos rodeados de un mar», porque si bien el Nela ha subido menos que en noviembre, todos los arroyos se han desbordado, y eso ha generado otros problemas. El agua no ha entrado en el municipio, más allá de zonas riberñas como el instituto, que al quedarse rodeado ha tenido que suspender las calles. Sin embargo, sí que ha generado otros muchos problemas.

La localidad con mayor incidencia ha sido Torme, apunta Serna, donde once viviendas quedaron rodeadas por agua, que entró también en los bajos. No se ha tenido que evacuar a ninguna familiar, explica el alcalde. Por la mañana ya había una mala previsión, que se hizo realidad por la tarde. El río comenzó a desbordarse y la principal consecuencia es que «muchas carreteras y caminos están cortados». Se han quedado casi incomunicados.

Ahora, el Ayuntamiento está evaluando los daños y viendo cómo evoluciona el Nela. También con incertidumbre estén en Frías, donde el Ebro «ha subido bastante esta noche», explica José Luis Gómez, pero por la mañana ha estado estable. «El Trueba baja con muhca agua, también el Nela y el Jerea», insiste, y toca estar atentos y confiar en que no se llegue a los niveles de 2015.

Mientras, en Miranda de Ebro esperan el mayor pico para mediodía, aunque el Ebro ya se ha salido de su cauce, inundando numerosas calles. El Ayuntamiento ha activado el plan de emergencias municipal, ha cerrado calles, habiltado desvíos, retirado vehículos, suspendida la zona azul y alertado a numersosos vecinos y comerciantes de las zonas más afectadas o en riesgo.