Las setas que puedes encontrar en Burgos en primavera

En Burgos, Micocyl tiene registradas tres zonas en las que se pueden recoger setas: Sierra de la Demanda-San Millán, Montes de Oca y Valle de Mena. En ellas se pueden encontrar setas de temporada de primavera y también de otoño. Estas son las que se pueden encontrar durante los meses de primavera en la provincia:

Pleurotus eryngii. Las setas de cardo también se pueden encontrar en las tres zonas señaladas de la provincia de Burgos. Estas aparecen en mayo y junio y, más tarde, en octubre y noviembre entre pastizales y vaguadas. Es uno de los hongos más conocidos y buscados por los seteros.

La seta de cardo tiene muchas propiedades beneficiosas para la salud y en cuanto a recetas se puede cocinar de múltiples formas, a la plancha, salteada con ajo y perejil o en revuelto con huevo.

Boletus Pinophillus, boletus del pino y hongo rojo aparece dos veces al año: en mayo y junio y en octubre y noviembre. Se pueden encontrar en las tres zonas burgalesas: Sierra de la Demanda-San Millán, Montes de Oca y Valle de Mena. Aparecen en bosques maduros, cumbres y laderas.

Se trata de uno de los hongos más codiciados para la cocina, ya que presenta una carne tierna y abundante y se presta a múltiples recetas tanto solo como en cremas, salsas o de acompañamiento.

Marasmius oreades. Estas setas aparecen en las tres zonas de Burgos: Montes de Oca, Valle de Mena y Sierra de la Demanda. Se dan dos veces al año: en mayo y junio y también en octubre y noviembre. Se encuentran en cumbres, laderas, pastizales y vaguadas.

La senderilla o senderuela se puede cocinar en revuelto, en tortilla y en guiso.

La amanita cesarea, también conocida como oronja, aparece tanto en Valle de Mena como en Montes de Oca y la Sierra de la Demanda en julio y también en septiembre y octubre. Se da en bosques maduros, cumbres y laderas.

Esta es una de las setas más codiciadas y buscadas por su versatilidad en la cocina. Se puede comer de múltiples formas, en guisos, a la plancha en sofrito o con huevo, se trata también de una de las favoritas de los chefs españoles para distintas elaboraciones.

La temporada micológica por excelencia se da en otoño y también en la primavera y este año promete dar buenos resultados por las intensas lluvias registradas en la provincia pero con la llegada del verano también se pueden encontrar algunas.

El hongo de verano, que se encuentra en las tres zonas burgalesas, se da en junio, julio, agosto y septiembre en bosques maduros, cumbres, laderas y vaguadas. Por otra parte, de abril a junio se dan en la Sierra de la Demanda y Montes de Oca los lansarones.

La recolección de setas silvestres entraña también algunos riesgos si no se conocen lo suficiente. En cualquier caso, acudir a alguna de las sociedades micológicas españolas para buscar asesoramiento es siempre recomendable para evitar problemas.

No obstante, ante cualquier síntoma extraño tras haber comido setas, hay que ir lo antes posible al médico. Tenga en cuenta, además, que las setas son poco digestivas y susceptibles de causar reacciones de intolerancia o alergia en personas sensibles. Por ello conviene no abusar de su consumo: en general, es mejor tomarlas como guarnición que como plato principal.

Hay que tener en cuenta que hasta el 10% de las intoxicaciones por setas que llegan a las consultas médicas en España son mortales y el 40% de estas resultan graves, según se desprende de la Sociedad Española de Medicina de Laboratorio. Cada año se producen entre 200 y 400 casos de micetismos o intoxicaciones por setas en nuestro país. Lo característico es que, en la mayoría de los casos, se producen intoxicaciones colectivas.

Por este motivo, ante cualquier duda que surja o si no se tiene la suficiente seguridad sobre la seta en cuestión, lo mejor es no cogerla y por supuesto no consumirla.