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El nuevo acuerdo del Consejo de Diálogo Social de la provincia de Burgos recogió en febrero una partida de ayuda para los bares rurales en riesgo de desaparecer y, por tanto, de alimentar así la despoblación del medio rural burgalés. Además de ser un servicio, también generan empleo.
Con esta ayuda se quieren mantener los bares, cantinas, cafeterías de los pueblos. Se busca preservar la calidad de vida y los servicios fundamentales en los pueblos más pequeños. Algunos de los requisitos son el tener licencia o generar, al menos, un puesto de trabajo por cuenta propia o ajena.
Los bares rurales sostienen vida en los pueblos, son una actividad económica y social sin la que los pueblos están condenados. También lo están sus habitantes, están condenados a mayor soledad a menor apoyo vecinal. La ayuda de la Diputación, anunciada a en febrero, estaría destinada a establecimientos ubicados en localidades con uno o dos negocios de esta índole, en riesgo de desaparecer.
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Aythami Pérez Miguel
Según el portal de datos abiertos de la Junta de Castilla y León, la provincia de Burgos cuenta con 1.997 bares, 858 restaurantes y 218 cafeterías. Pero de los 371 municipios con los que cuenta Burgos, solo 100 tienen algún bar. Si nos centramos en cafeterías, solo 32 pueblos tienen alguna y si nos fijamos en los restaurantes, son 110 pueblos los que tienen algún establecimiento de este tipo.
Hay que tener en cuenta que estas cifras no son sumatorias, es decir, algún pueblo puede tener bar, cafetería y restaurante y puede, además, que un mismo establecimiento cumpla los tres requisitos.
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Aythami Pérez Miguel
Si quitamos los 1.655 bares, restaurantes y cafeterías de las ciudades de Burgos, Aranda y Miranda, nos quedamos con que el resto de la provincia tiene 1.418 bares y restaurantes.
La realidad el medio rural es que 271 localidades burgalesas no tienen ningún establecimiento de hostelería. No solo supone que carecen de un servicio más, supone también menor contacto social, menor sensación de red de apoyo. Un bar en un pueblo es un lugar de encuentro, de charla, de sentirse acompañado y también cuidado. Además, de crear puestos de trabajo, aunque no sean muchos, y de no perder población.
El cantinero de Quintanilla de las Viñas, por ejemplo, comentaba que no solo se trataba de hacer vida social, él, por ejemplo, que va y viene mucho desde la ciudad de Burgos, hace recados para sus vecinos. Les acerca algún alimento o producto que necesiten. Los bares son lugares de cuidados mutuos, de preocuparse por el que hace días que no acude, de charlas, de acabar con la soledad rural.
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