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Hace poco más de un año ni tan siquiera se conocían entre ellos. Eran ciudadanos de a pie, sin ninguna experiencia en política, pero con una seña de identidad común, estaban desencantados con la situación a la que se había abocado a la ciudad tras ... lo que consideraban años de pésima gestión.
Ahora, serán ellos los encargados de coger las riendas del Ayuntamiento, después de la victoria de Sentir Aranda en las últimas elecciones municipales. Una agrupación de electores que ha logrado dar el campanazo electoral en la capital ribereña imponiéndose a los dos partidos mayoritarios, PP y PSOE. Lograron seis concejales convirtiéndose en la fuerza más votada. Desde entonces, mantienen contactos para sumar a otros partidos, pero asumen que llevarán el peso de la gestión.
Juan Manuel Martín se dedica a la administración logística en una empresa de transportes, María Viñas Ortuño es abogada y mediadora, Guillermo López es ingeniero informático dedicado al Big Data, Belén Esteban es experta en venta electrónica y Ana María Hervás es letrada y mediadora. A partir del próximo sábado 17 de junio serán los cinco concejales de Sentir Aranda que acompañarán al futuro alcalde, Antonio Linaje.
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Guillermo López fue uno de los impulsores de Sentir Aranda. Recuerda como hace poco más de un año, tras muchas conversaciones previas y mientras tomaba una caña con un amigo, César Sanz, decidieron dejar de arreglar Aranda en charlas y bares y dar un paso adelante para presentar una alternativa.
Llamaron a Antonio Linaje que inmediatamente se unió al proyecto y, a partir de ahí, tras lanzar la idea en las redes sociales, se empezaron a sumar personas. «La motivación para unirme a Sentir Aranda surge espontáneamente, pensé cómo voy a dejar pasar la oportunidad de hacer algo que me parece correcto y necesario», explica Belén Esteban. Su compañero Juan Manuel Martín alude a sus dos hijas y al resto de jóvenes arandinos «había una dejación absoluta también hacia ellos, sin alicientes para quedarse o volver».
En el caso de Ana María, había retornado recientemente a su localidad natal tras años trabajando fuera y se chocó de bruces con la realidad. «Me sorprendió mucho el análisis que había en la calle de cómo estaba la ciudad, y tras reunirme con ellos, me uní para intentar contribuir a ese cambio necesario desde la responsabilidad y no quedarme sólo en la crítica», recuerda.
Algo similar le pasó a María Ortuño que «veía los problemas que había y pensé que no podíamos seguir así, contacté con Sentir Aranda, aunque al principio no pensaba que esto pudiera pasar, pero con el tiempo lo hemos conseguido».
En lo que se refiere al fenómeno de Sentir Aranda, cómo en un año, un tiempo récord, se ha conseguido formar un grupo, alcanzar las firmas para concurrir a unas elecciones y ganarlas con escasos medios económicos, todos tienen su teoría.
«Ha sido muy llamativo, una agrupación como las que hay en tantas ciudades que ha sacado unos grandes resultados y desbancando a los dos grandes partidos, con los medios más básicos que hemos tenido. Es una especie de David contra Goliat», opina Juan Manuel. En cualquier caso, mantiene que siempre tuvo en mente que eso podía pasar, «yo siempre dije que podíamos ganar».
Por su parte, Guillermo considera que «era el momento justo para hacer algo así, a lo mejor hace cuatro años no podía haber salido y dentro de cuatro tampoco. Hemos llegado justo en el momento crítico, se ha sabido explotar la parte comunicativa y canalizar el desencanto de la gente».
Belén Esteban va más allá, y aporta una clave: «no hemos conseguido esto porque seamos superlistos es que nosotros somos esa genta, la que estaba desencantada». Sin duda, todos coinciden en que, en ello está parte de la clave del éxito, en ser ciudadanos de a pie, sin previa experiencia y rompiendo la tónica de los antiguos partidos localistas creados por «rebotados» de otras formaciones.
Otra de las preguntas que se cierne sobre Sentir Aranda radica en cómo llegaron a la conformación de los puestos en la lista, y es que la forma de distribuir tampoco se asemeja a los métodos tradicionales en política.
Primero, a través de una encuesta, entre todos se eligió a la persona que encabezaría la alternativa. No hubo dudas y la responsabilidad recayó en Antonio Linaje «por conocimientos, juventud y ganas». A partir de ahí, «nuestra lista no estaba pensada en poner diez personas y según lo que saquemos cogemos una cosa u otra. Se diseñó en base a las preferencias, y a través de ellas se podía ir más arriba o más abajo.
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Hay problemas más difíciles y urgentes como urbanismo o personal, que tenían que entrar más arriba que otras que habían hablado de otros temas», explica Guillermo, responsable de la distribución. De esta manera, detalla que en los primeros puestos de la lista hay una persona para cada una de las áreas, no se ha dejado al azar. «Me gustaría recalcar que ha habido mucho respecto, no se ha enfadado nadie», precisa Belén.
A partir del próximo sábado, los cinco dejarán de ser ciudadanos de a pie para convertirse en cargos públicos. Por delante, cuatro años de trabajo desde el otro lado de la película, como protagonistas de la gestión de su ciudad.
Asumen que se les pone por delante «una responsabilidad, muy grande, nosotros tenemos las ganas, hemos tenido el apoyo y ahora queda tirar para adelante y tenemos muy clara la hoja de ruta, ha estado muy marcada desde el principio y lo hemos demostrado», defiende Ana María. «Hemos mantenido la coherencia entre al mensaje y los hechos, y en eso debemos seguiremos», añade Guillermo.
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