El riesgo de botrytis acelera la vendimia en Ribera con un aumento de la recogida mecánica

El riesgo de botrytis provocado por las últimas lluvias ha acelerado las labores de vendimia en la Denominación de Origen Ribera del Duero. Las prisas a la hora de recolectar el fruto en las mejores condiciones sanitarias han generado también un incremento porcentual de la recogida mecánica en las viñas colocadas en espaldera, según ha detallado el responsable del departamento de Experimentación del Consejo Regulador, Alberto Tobes. «Ahora mismo, la gran mayoría de las bodegas ya están abiertas», ha incidido. En los datos diarios facilitados por Ribera del Duero se especifica que, en la jornada de ayer, se habían recogido un total de 20,2 millones de kilos de uva bajo el marchamo de calidad.

Dos tercios de las bodegas han abierto ya sus puertas a la recepción de uva. En concreto, un total de 218 elaboradoras se encuentran inmersas en la vendimia, mientras que cuatro han dado por terminada ya la campaña 2024. «La uva que está entrando en bodega es de muy buena calidad y ahora parece que la climatología nos va a conceder una tregua para poder vendimiar», ha incidido Tobes.

En este sentido, ha recalcado que, a partir de ahora, «lo importante es que el tiempo acompañe», y especialmente que no se produzcan precipitaciones. Por lo tanto, se puede decir que la vendimia en Ribera del Duero ya está en su punto álgido, «esta semana hemos estado a tope, y las labores se prolongarán aproximadamente durante otras dos semanas. En torno al día de El Pilar, quedarán los últimos flecos».

El técnico de la DO llama la atención sobre el aumento de la vendimia mecánica en la zona de calidad debido al riesgo de enfermedades provocado por las lluvias y también por la escasez de mano de obra. «Llevamos ya un porcentaje más alto de recogida con máquina que el año pasado. Todavía estamos en los primeros pasos de la campaña y habrá que esperar al final para conocer los definitivos. Una vez que las lluvias ponen en riesgo la cosecha, es mejor que la recogida sea rápida y, como la mano de obra a veces es más difícil encontrarla, se opta por coger a máquina lo que se pueda, el viñedo en espaldera se recoge así», ha explicado.

En Ribera del Duero, hace cuarto de siglo, era casi anecdótico encontrar una máquina vendimiadora, mientras que, el pasado año, el Consejo Regulador registró una carga de vendimia mecanizada del 30% del total de kilos recogidos. Tobes ha desvelado que la mecanización presenta algunas ventajas como que permite vendimiar 24 horas al día, también por la noche aprovechando las temperaturas bajas. «Además, se recoge en el momento más ajustado e ideal, es mucho más rápido, si se quiere coger una viña hoy se coge.

En la manual siempre estás dependiendo de mano de obra. Por hacer una comparativa, un maquina recolecta lo mismo que una docena de personas», ha añadido. Por el contrario, el responsable de Experimentación ha reconocido que la calidad de la recogida no es la misma que la manual, pero «los vinos que se elaboran con la uva de la vendimia mecánica no son los más altos de gama. Normalmente, en la Ribera esos vinos provienen de viñedos más viejos en vaso que no pueden recogerse a máquina».

En lo que se refiere al número de kilos de uva que se recogerán en la campaña 2024, los viticultores han alertado de una caída importante en la cantidad de cosecha respecto a la vendimia del pasado año. «Hay escasez de uva, se prevé que se recoja la mitad que el año pasado debido a una complicada primavera con heladas y granizo y a las lluvias de este mes que puede hacer aparecer la temida botrytis», han lamentado desde el sindicato Asaja. En esta línea, han avanzado que en la primera estimación de producción realizada por la organización agraria «nos acerca a los 60 millones de kilos». Sin embargo, han defendido que el fruto presenta «una excelente calidad y perfecto estado sanitario».

Más allá de la cantidad, Asaja también ha puesto el punto de mira en el precio de la uva. «No se están cerrando contratos entre bodegas y viticultores para la compra con lo que el precio no queda fijado creando una profunda incertidumbre en el sector productor». Por ello, han reclamado el «estricto» cumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria, además de que el precio de la uva «se pague en su justa medida». La mano de obra es otro de los quebraderos de cabeza en la viña por la «poca oferta de mano de obra».

Desde el sindicato agrario solicitan al Consejo Regulador que «establezca todas las medidas y controles necesarios para que prácticas que puedan resultar contrarias a los intereses de la Denominación no se lleven a cabo en ningún caso, ya que está en juego el prestigio de unos caldos cuya bandera es la calidad de estos».

La vendimia en Ribera del Duero tiene otra vertiente además del duro trabajo en la viña y bodega. La época de recogida de uva en la zona de calidad se ha convertido en los últimos años también en un reclamo para el turismo relacionados con el mundo del vino. Los meses de septiembre y octubre copan más del 25 % de las visitas que se realizan durante el año a la Ruta del Vino Ribera del Duero. Según los datos de 2023, llegaron hasta la zona de calidad 65.000 turistas.

Viendo el tirón de la temporada alta de enoturismo, las bodegas, museos y resto de establecimientos ofrecen, durante estos días, visitas centradas en la recogida de la uva que proporcionan a los enoturistas un mayor conocimiento desde dentro de cómo se vive este momento en Ribera del Duero. Una gran parte de las elaboradoras organizan en estas semanas actividades específicas que varían la forma de realizar sus visitas habituales. «Los turistas podrán ver el trabajo que realizan las bodegas, además de participar en el pisado de la uva, hacer catas de los racimos en el propio viñedo o degustar el mosto en diferentes estados de fermentación», detalla el presidente de la Ruta, Miguel Ángel Gayubo.

Un alto porcentaje de las bodegas permiten vivir una experiencia inmersiva que da la posibilidad al visitante de conocer desde dentro el proceso, participando como espectador en momentos tan especiales como el comienzo de la fermentación, la selección de uvas o el descubado. A esto se suman aquellas propuestas específicas creadas para este periodo, generando juegos o yincanas y organizando conciertos, fiestas o almuerzos en el viñedo.

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