El mejor tinto crianza de España se elabora en una bodega de Burgos

A pocos días de que empiece la vendimia en la Ribera del Duero, todas las bodegas de la provincia de Burgos se preparan para la recolección y cosecha de las uvas. Las viñas de este territorio han alcanzado fama internacional, convirtiendo a la denominación en un referente de calidad mundial.

Los numerosos premios que se otorgan a los distintos vinos de la provincia son una muestra de su valor. Tanto es así que una de las bodegas de Burgos elabora el mejor tinto crianza de España.

La DO Ribera del Duero se caracteriza por ser una zona esencialmente de vinos tintos, elaborados mayoritariamente con tinta del país o tinta fina, como se conoce localmente la tempranillo, una variedad cuya fruta adquiere aquí un carácter más cercano a la ciruela que a las bayas rojas.

Pero esta no es la única variedad que esconde todo el territorio burgalés, por ello turistas y vecinos de toda la provincia visitan toda la región, para conocer la diversidad de vinos y terruños y las altitudes de los distintos pueblos que, a lo largo del río Duero, producen cada año miles de botellas. Estos municipios que se abastecen del Duero se encuentran situados principalmente en las provincias de Burgos y Valladolid pero también en Segovia y Soria.

Aunque la provincia burgalesa destaca entre los demás, ya que un total de 60 municipios de Burgos elaboran vinos con DO Ribera de Duero, en cambio Valladolid, Segovia y Soria no llegan a los 20 municipios. Por eso este territorio se ha convertido en un lugar imprescindible para la degustación de los mejores caldoss y de una maravillosa gastronomía, como es el caso de la Bodega Rodero, que ha conseguido el reconocimiento del mejor tinto crianza de España.

A unos 90 kilómetros de la capital, se ubica Pedrosa de Duero, pueblo que alberga entre su territorio otra de las bodegas con galardón. La Guía Gourmet, ha destacado la complejidad y elegancia del Carmelo Rodero Crianza, señalando su armoniosa combinación de sabores a frutos rojos maduros, sutiles notas especiadas y su equilibrada crianza en barricas de roble francés.

La búsqueda de la calidad se ha visto recompensada con galardones a nivel nacional e internacional. Como por ejemplo, en la edición anterior de dicha Guía al propio Carmelo Rodero se le otorgó el 'premio especial del año' más en concreto por ser «el bodeguero de larga tradición en la Ribera del Duero por su saber hacer en vino». La personalidad de este proyecto seguirá siendo Rodero con las dos hijas de Carmelo, Beatriz y María, quienes han heredado la pasión de sus padres.

Si nos trasladamos al vino premiado en la guía de 2025 descubrimos que para conseguir el sabor, aroma y color perfecto se debe tener especial cuidado en la selección de las uvas hasta el proceso de vinificación y crianza. Por eso Beatriz Rodero, la enóloga de esta bodega lidera el proceso de elaboración, trabajo clave para conseguir la armonía ideal que caracteriza al Carmelo Rodero Crianza, convirtiéndolo en un referente dentro de su categoría.

Para Carmelo Rodero, fundador de las bodegas, este premio es «un honor inmenso para nosotros» a lo que añade «un merecido reconocimiento al talento y dedicación de Beatriz y María Rodero». Quien refleja el compromiso constante con la excelencia y la tradición mantenida a lo largo de los años. Dándole también el reconocimiento al trabajo «de todo un equipo». Gran grupo que comparte la misma pasión por crear vinos que expresan lo mejor de «nuestro terruño», concluye Rodero.

Tanto Beatriz como María Rodero han hecho que la bodega de su padre y de su madre siga creciendo y siendo cada vez más reconocida. Destacable es el papel de María, directora comercial, quien ha desempeñado un rol esencial en la expansión y posicionamiento de la marca Carmelo Rodero tanto a nivel nacional como internacional. Y ha permitido que el Carmelo Rodero Crianza llegue a una audiencia más amplia.

Esta directora comercial destaca su vino Crianza como «el alma de nuestra bodega». El cual representa la madurez de la marca y el equilibrio desde 1991, primera añada de este vino. Aunque no solo refleja la historia de Bodegas Rodero, sino también el compromiso con la calidad y la tradición, «valores que seguimos manteniendo con el mismo entusiasmo».

El reconocimiento que se les entregará en el año 2025 se ha convertido para la familia Rodero en «un homenaje al esfuerzo y dedicación de Carmelo Rodero, quien ha entregado su vida al mundo del vino». El respeto a las características de la uva tempranillo que consideran unas verdaderas «perlas negras» han hecho que su vino Crianza se convierta en el mejor de España.

Diego González, sumiller de Burgos, ha sido el encargado de catar este vino y describir el sabor y aroma de este, junto con una descripción de lo que significa este crianza para él. Este vino muestra el momento en el que se encuentra la Ribera de Duero «con ese cambio generacional», como es el caso de Beatríz y Maria que suceden a Carmelo y elaboran este «gran vino».

En nariz, el crianza muestra «una fruta madura principalmente negra» con toques de «flor». Además del paso por «madera», marcado con «especias como la pimienta». Si se habla del sabor al introducirlo en el paladar, es muy «equilibrado», la sensación de fruta «se intercala con la sensación del paso por barrica». Convirtiendole en un vino muy agradable con un final «muy largo» y «muy elegante».

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