La lluvia no impide que la pequeña Ruth vuele en la Bajada del Ángel de Aranda

La procesión y posterior Bajada del Ángel estaban previstas para las doce de la mañana. Sin embargo, en la capital ribereña la lluvia no cesaba, por lo que la cofradía de la Virgen de la Misericordia ha optado por celebrar la procesión dentro de la iglesia de Santa María.

A las puertas del templo esperaban decenas de personas con el paraguas en la mano. La lluvia no cesaba, pero los espectadores tampoco abandonaban la calle, porque la decisión de salir o no se tomaría instantes más tarde.

La Bajada del Ángel, en sus cinco siglos de historia, sólo se había cancelado por dos motivos: la Guerra Civil y la pandemia de covid. Por tanto, para los arandinos la lluvia no era una excusa, así que han cubierto las imágenes con plásticos y han preparado a Ruth Arnaiz para que retirara el manto negro a la Virgen después de que anunciarle que su hijo había resucitado.

Tenía lugar así una de las tradiciones de Semana Santa más queridas por los arandinos, que es considerada como Fiesta de Interés Turístico Regional. Con un vuelo rápido y ágil, el ángel ha bajado y, rápidamente, la pequeña Ruth ha retirado el manto a la Virgen entre vítores y aplausos de todos los asistentes que han acudido a contemplar esta tradición centenaria a Aranda de Duero.

Pero Ruth Arnaiz no es la primera pequeña de su familia que hace el papel de ángel en el Domingo de Resurrección arandino. Seis años atrás, en 2016, su hermana mayor Irene fue la encargada de quitar el luto a la Virgen. Ruth continúa así la tradición familiar cogiendo el testigo de su hermana.