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Varios vecinos del pueblo burgalés de Sotragero han amanecido esta mañana con daños en sus vehículos. Cerraduras forzadas, cristales y lunas rotos y robo de algún objeto del interior de los vehículos es el balance de una madrugada de vandalismo en el pueblo.
Los hechos ... han ocurrido en dos calles de Sotragero, un pueblo de unos 294 habitantes ubicado a unos ocho kilómetros de la capital burgalesa. Una localidad tranquila donde estos hechos resultan sorprendentes, según explica el alcalde, Gregorio Bernal. «Esto es raro y nunca había ocurrido antes. En las fiestas sí puede producirse algún daño puntual, pero no de esta magnitud», aclara.
La Guardia Civil se encuentra investigando los hechos y ha pedido a los vecinos colaboración y las imágenes de las cámaras de videovigilancia que puedan tener algunas casas para intentar arrojar luz sobre los sucesos. Hace unos días, en la ciudad de Burgos, los vecinos de María de Zayas también encontraron destrozos en sus coches para intentar entrar a robar a los mismos.
Los actos vandálicos han ocurrido de madrugada, se calcula que entre las 3 y las 6 horas de la madrugada del martes al miércoles 22 de noviembre. A las 8 horas de la mañana la Guardia Civil ya se había personado en el pueblo. «He salido sobre las 8 horas de casa y he visto a la Guardia Civil, pero no me he alarmado, creía que sería por algo rutinario, algún asunto personal», confirma el alcalde. «A lo largo del día ya me ha avisado una concejala. Precisamente estábamos en una reunión de alcaldes con la delegada del Gobierno, Virginia Barcones, y cuando se lo he comentado ella ya conocía los hechos», explicaba Gregorio Bernal.
Sucesos en Burgos
En la tarde de este miércoles, algún coche se encontraba aparcado en el lugar de los hechos con cartones tapando la ventanilla que había sido reventada por los atacantes. Han sido siete u ocho coches aparcados en dos calles los que han sufrido los daños. Cerraduras, ventanillas, lunas rotas. En alguno de ellos, al conseguir llegar al interior, han robado algún objeto como abrigos, pero nada de excesivo valor económico. Una vecina también se había quejado de que el canalón de su casa había amanecido arrancado.
En la tarde después de los hechos también se aprecia en el lugar menos coches aparcados de lo que es habitual. Algunos estarán en el taller, otros habrían sido guardados por sus propietarios en algún lugar que hayan encontrado para evitar dejarlos con los cristales rotos a la intemperie.
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