El asesino confeso de Monika Asenova se enfrenta a más de 30 años de prisión por los delitos de asesinato con alevosía, amenazas, maltrato continuado y por prender fuego a la casa en la que convivían poco antes de matar, presuntamente, a su esposa.
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Los hechos ocurrieron el 8 de julio de 2019 ... cuando Monika Asenova, de 28 años de edad, aparecía gravemente herida por arma blanca en la localidad burgalesa de Salas de los Infantes.
Según confirmaban entonces fuentes del 112 y de la Guardia Civil, la mujer había sido apuñalada por su marido, de 39 años, ambos de origen búlgaro, en el interior del domicilio, situado en la calle Jesús Aparicio.
Tras asesinarla, el hombre se presentaba voluntariamente en el puesto de la Guardia Civil para confesar los hechos. Al mismo tiempo, la sala del 112 recibía una llamada alertando de que una joven se encontraba herida. Tanto la Guardia Civil como los servicios sanitarios acudieron al lugar, donde solo pudieron confirmar el fallecimiento de la mujer.
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Según el relato de los hechos, el acusado B.A.K., llegó con Monika a su domicilio a las 9:20 de la mañana. Había ido a recogerla a casa de su padre, donde se había refugiado con sus hijas ante las continuas amenazas y agresiones del acusado.
Una vez llegaron juntos a su vivienda, el agresor arrinconó a la víctima en el salón y, presuntamente, la apuñaló en el tórax hasta en nueve ocasiones, con un cuchillo de cocina de 20 centímetros.
Monika presentaba además otras 20 lesiones de arma blanca en las extremidades superiores, fruto de haber tratado de defenderse de su agresor. Ya herida de muerte, la acusación expone que trató de escapar del acusado saltando para ello desde una ventana del salón cayendo a un patio interior de varias viviendas.
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Monika seguía viva cuando fue atendida por varias vecinas de la localidad que oyeron sus gritos. A las personas que la socorrieron les llegó a decir: « Mi marido me ha clavado un cuchillo, me muero» y «me lo ha clavado en el corazón». A los pocos minutos, la víctima perdía la vida sin que los sanitarios pudiesen hacer nada por salvarla.
Según la acusación, existen pruebas de que Monika estuvo sometida al maltrato físico y psicológico por parte del acusado, en numerosas ocasiones delante de sus hijas y que, además, llegó a prender fuego a la casa antes de asesinar a su mujer.
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En el juicio, que se celebrará este mes de noviembre, la acusación solicita 24 años de cárcel por el delito de asesinato, al que se suman tres más por maltrato continuado, otros cuatro por amenazas y tres más por haber prendido fuego al domicilio en el que convivían con sus dos hijas menores poco antes de acabar con la vida de su mujer.
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